Juzgado en Materia de Privación de Dominio dictó este miércoles fallo definitivo de despojar de bienes valorados en más de 7.4 millones de lempiras a la ex primera dama de Honduras, Rosa Elena Bonilla de Lobo.
Bárbara Castillo, portavoz de los tribunales de justicia, explicó que Rosa Elena de Lobo debe devolver 7,450,934 lempiras, ya sea en efectivo o mediante la entrega de un bien inmueble que no fue justificado en la audiencia.
Castillo detalló que el expediente se originó en la época en que la imputada era primera dama y manejaba el despacho con un fondo de 12 millones de lempiras.
El juez dejó sin lugar la privación de dominio contra Saúl Escobar, exsecretario de Rosa Elena de Lobo; Mauricio Mora, cuñado de la ex primera dama; Gisela Patricia Bonilla, Valeria Alejandra Bonilla, José Iván Matamoros, Gloria Carina Díaz y el expresidente Porfirio Lobo Sosa.
El 27 de febrero de 2018, la Fiscalía acusó a Rosa Elena de Lobo y a Escobar de conformar una organización delictiva para apropiarse de fondos durante los años 2011 al 2015, a través de 70 cheques otorgados a nueve personas, simulando relaciones contractuales para dar apariencia de legalidad, y que luego convertían en dinero en efectivo.
Bajo la figura de primera dama, Bonilla de Lobo disponía de una cuenta de Casa Presidencial para el cumplimiento de sus funciones, en la que recibió ingresos de hasta 94.6 millones de lempiras provenientes de diferentes fuentes, entre ellas, donaciones de la embajada de China-Taiwán para proyectos sociales.
El 22 de enero de 2014, Bonilla de Lobo abrió una cuenta personal y ese mismo día depositó 12 millones de lempiras mediante un cheque proveniente de la cuenta oficial.
Durante las investigaciones, los fiscales descubrieron que desde el año 2011 se utilizó la cuenta oficial de la funcionaria para emitir 35 cheques a nombre de nueve personas que solo cobraban el cheque en el banco y devolvían el dinero en efectivo a la red.
Esta modalidad también se empleó con su cuenta personal para convertir en efectivo parte de los 12 millones de lempiras a través de 45 cheques emitidos a las mismas nueve personas, incluso días después de que Bonilla de Lobo dejó de ocupar el cargo de primera dama de la nación.
En 2018, Bonilla fue acusada de corrupción y malversación de fondos públicos, por la apropiación de aproximadamente 12 millones de lempiras (unos 500,000 dólares) de una cuenta destinada a programas sociales.
Según las investigaciones, esos fondos fueron utilizados para fines personales.
Fue condenada a 58 años de prisión en 2019, aunque la Corte Suprema anuló esta condena en 2020 y ordenó un nuevo juicio.
En 2022, en un nuevo juicio, fue sentenciada nuevamente, esta vez a 14 años de prisión, aunque la defensa ha buscado apelar la sentencia.
