El espíritu cristiano una vez más se hizo sentir en todo su esplendor durante la procesión del vía crucis, presidida por el obispo de la diócesis, Roberto Camillero.
La feligresía oró en cada una de las estaciones por la paz del departamento de Comayagua y por el alto a la violencia en Honduras y pidió que la familia se una para fortalecer la sociedad.
La procesión, como es tradicional, caminó sobre hermosas alfombras confeccionadas por los residentes en la ex capital de Honduras, las cuales cada año atraen a miles de turistas que llegan a admirar el trabajo artístico.
Entre los trabajos sobresalientes destaca el del matrimonio de Carlos y Claudia Yuja, que usaron café molido y semillas exóticas de diferentes partes del país para representar el nacimiento y el bautismo de Jesús.
La familia Zapata concatenó varios hechos bíblicos y destacó el año de las misiones celebrado en el continente y la persecución de los cristianos con una composición de sal, diamantina y laca.
La Universidad Tecnológica rindió un homenaje a Carlos Francisco Guillén, responsable de elaborar la alfombra, que sufrió un infarto cuando teñía el aserrín. Lafarge Cementos destacó el escudo de Comayagua y la biblioteca municipal como fuente de sabiduría.
El mensaje de la obra del movimiento Camino fue 'Salvemos nuestro matrimonio con la bendición de Dios'. La Unicef y sus programas mundiales presentaron los sufrimientos de Jesús. También fue admirada la alfombra elaborada por la familia Macillas Montez: un cuadro de la resurrección de Jesús elaborado con piedra molida, sal, ceniza, aserrín y aceite quemado.
Valores especiales
Nely de Zelaya, directora de la fundación Casa Ayuda, que atiende a personas con retos especiales, elaboró un bello trabajo en honor al patrón de los discapacitados, el apóstol San Juan.
Japón por primera vez se hizo presente con sus voluntarios que confeccionaron una alfombra con la montaña Ukiyoe, la más alta de su país, la cual en verano sólo se aprecia durante diez minutos, en honor al misionero Francisco Xavier, quien hace 500 años llego a Japón en misión evangelizadora.
La asistencia internacional fue representada por personas que viajaron desde Inglaterra para admirar la tradición y el arte de las alfombras. Las palabras dichas durante los actos religiosos fueron traducidas al inglés.
Los visitantes admiraron una vez más la entrega, la dedicación y los recursos empleados por la comunidad y las empresas patrocinadoras para presentar 44 bellas alfombras.