02/12/2025
10:09 PM

Hermetismo en Lempira, la tierra de Juan Orlando Hernández

Todas las propiedades del exmandatario Juan Orlando Hernández permanecerán resguardadas por agentes de la Policía Nacional hasta segunda orden.

Gracias, Lempira.

LA PRENSA hizo un recorrido por el departamento de Lempira y en el parque central de Gracias se observan algunas personas conversando en grupo de la captura del expresidente, pero al ver los medios de comunicación prefieren callar.

Un poblador que omitió su nombre, con voz baja, manifestó que en la noche del martes se escucharon varios disparos. “Fueron ráfagas, aquí no se puede decir nada, algunos comerciantes prefirieron no abrir sus negocios. Las personas estamos con temor porque es algo que nunca imaginamos ver. La captura de Juan Orlando Hernández es una sorpresa, pero lo mismo pasó con su hermano y está preso en los Estados Unidos, ya que lo encontraron culpable, solo esperamos que no tomen represalias contra todos los ciudadanos”.

Wilson Vásquez Palma, subcomisionado de la Policía Nacional, manifestó que hay despliegue de agentes de la Policía Nacional en las propiedades que se supone son del expresidente Juan Orlando Hernández.

Una enorme finca con profuso bosque es la propiedad estandarte de Hernández en la occidental Gracias.

El objetivo de la presencia policial es evitar que ocurran saqueos, pues en días anteriores eran resguardadas por la Guardia de Honor Presidencial, pero debido a lo sucedido se retiraron de las custodias.

“Recibimos instrucciones de resguardar las propiedades, pero ningún agente de la Policía ha ingresado al interior de los lugares porque la seguridad es perimétrica”, explicó el oficial.

Agentes de seguridad pública de Honduras resguardan las propiedad de Juan Orlando Hernández.

Son al menos ocho propiedades las que están resguardadas, a las cuales ingresan y salen empleados para la alimentación de animales, que es lo que sucede en la hacienda ubicada en residencial Villa Verde, en donde hay caballos y otro tipo de animales, como guacamayas, que son alimentados por personas que llegan a diario, pero después de cumplir con las tareas deben salir de la propiedad.

Contrario es lo que sucede en negocios como el hotel Posada Don Juan y una farmacia, que a pesar de seguir operando con huéspedes y clientes están resguardadas por agentes policiales.

Patrullas policiales recorren las calles de Gracias, en un desplazamiento de seguridad sin precedentes en la historia de la ciudad.

El comerciante Jorge Gómez dijo que “muchas veces el ser humano es tentado, pero en lo personal yo conozco a Juan Orlando desde que éramos niños y la forma como lo llevaron atado de manos y pies, con tantos policías, eso me trajo recuerdos de Cristo. A mí se me rodaron las lágrimas porque yo lo vi crecer, fuimos amigos de infancia y es difícil verlo en esas circunstancias. Los humanos no debemos alegrarnos del mal ajeno y al final todos lo vemos como una venganza”.