La beatificación de Karol Wojtyla será un evento histórico sin precedentes, ya que en los últimos diez siglos de la Iglesia católica ningún pontífice -como ocurrirá ahora- proclamó beato a su predecesor.
La maquinaria vaticana está en marcha desde hace meses para que todo funcione a la perfección durante los tres días que durarán los actos de beatificación del hombre que dirigió a la Iglesia católica durante casi 27 años y su papado fue el tercero más largo de la historia de la Iglesia.
Una vigilia en el Circo Massimo de Roma el 30 abril abrirá las celebraciones. Comenzará con una procesión de una imagen de María Salus Populi, la patrona de Roma, y después intervendrán el que fuera secretario particular de Juan Pablo II y actual cardenal de Cracovia, Stanislaw Dziiwisz; y el que fuera su portavoz durante 22 años, el español Joaquín Navarro Valls.
También intervendrá la monja francesa Marie Simon Pierre, cuya curación de manera inexplicable para la ciencia de la enfermedad de Parkinson, la misma que padecía Wojtyla, ha abierto las puertas a su beatificación.
Teniendo en cuenta que Juan Pablo II era un papa mariano, después se recitará el rosario en conexión directa con cinco santuarios: el de la Virgen de Guadalupe, en México; Fátima en Portugal, Lagniewniki en Polonia, Kawekamo-Bugando en Tanzania y Notre Dame del Líbano, todos muy ligados a la figura del papa polaco.
Segundo día
El 1 de mayo, domingo dedicado a la Divina Misericordia, culto impulsado por Juan Pablo II, será el día grande que esperan los fieles del “santo súbito” desde el mismo día de su muerte, el 2 de abril de 2005: su proclamación como beato.
Aunque Benedicto XVI volvió a la antigua tradición de oficiar sólo las canonizaciones, que son las que implican la infalibilidad del Papa, y no las beatificaciones, cuyo culto no es universal y sólo local (donde nació, vivió y ejerció el beato), en este caso, Ratzinger proclamará beato al amigo con el que colaboró durante 24 años.
Cuando se proclame beato, se descubrirá un gran retrato en el balcón central del templo y se cantará un himno creado especialmente para él.
Para facilitar la veneración de los restos, el féretro de Wojtyla, enterrado en las Grutas Vaticanas, será sacado y trasladado al altar mayor de la basílica de San Pedro, para que puedan venerarlo todos los fieles.
Tercer día
El lunes 2 de mayo, el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, oficiará en la plaza de San Pedro una misa de acción de gracias.
En ese tiempo la basílica permanecerá cerrada. Asimismo, se colocarán 14 pantallas gigantes de televisión en diferentes puntos de Roma.
