“Gracias a Dios estamos vivos, fue espantoso, en pocos minutos la casa se quedó sin techo”, expresaba ayer aún nerviosa Martina Flores, vecina del barrio San José de esta ciudad.
Una tormenta acompañada de descargas eléctricas y fuertes vientos que azotó el miércoles en horas de la tarde, dejó a su paso decenas de árboles caídos, techos y rótulos arrancados, de igual manera la destrucción de varios postes del tendido eléctrico.
La tormenta comenzó a azotar a las 4:30 pm. Las ráfagas de viento azotaban los techos, árboles y redes de energía y de teléfonos. En pocos minutos las calles se habían convertido en ríos, lo que trastornó el tránsito de vehículos y el paso de peatones en diferentes puntos de la ciudad.
Mientras eso ocurría, los teléfonos del Cuerpo de Bomberos comenzaron a sonar, eran los primeros llamados de auxilio que hacían varias familias progreseñas que ya comenzaban a enfrentar problemas con la caída de árboles, pérdida de techo de sus casas y cables sobre las vías.
“En medio de la tormenta nos movilizamos a los lugares donde la situación era más grave, gracias a Dios no se presentaron víctimas mortales”, expresó el sargento Ulises Barahona, del Cuerpo de Bomberos.
Indicó que una de las emergencias más delicadas fue la de dos familias de la colonia Los Castaños, en ese lugar se presentó el problema de un cerco de alambre ciclón que estaba electrificado, después de una hora lograron solventar la amenaza.
Marvin Perdomo, coordinador del Comité de Emergencia Municipal (Codem), informó que las quebradas aumentaron su cauce pero no ocasionaron daños. “Eso no quiere decir que la población debe confiarse, todos debemos estar alerta, el invierno apenas comienza”.