La Fiscalía contra la Corrupción aseguró ayer que el expresidente Roberto Micheletti no está involucrado en el contrato de concesión para la represa de Nacaome.
En archivos descubiertos de WikiLeaks trascendió que el embajador estadounidense, Hugo Llorens, denunció que el exmandatario, aprovechándose de la crisis política, cometió actos de corrupción. Según un cable enviado por Llorens el 20 de febrero de 2010, se cita que, “Micheletti aprovechó la confusión provocada por la crisis política tras el golpe de Estado para adjudicar contratos poco transparentes y sin ningún beneficio para el Estado”. Se añade que de acuerdo a fuentes de la Embajada, “Micheletti fue uno de los socios de Honduras en el consorcio a quien se le dio la concesión”. Micheletti aseguró que nada tiene que ver con la concesión irregular que menciona Llorens de la represa José Cecilio del Valle, ubicada en Nacaome, a un consorcio hondureño-italiano.
Investigación
La Fiscalía contra la Corrupción inició de oficio una investigación sobre el contrato de concesión de la represa de Nacaome. Inicialmente, las indagaciones tuvieron por fin confirmar irregularidades por la “clonación” de La Gaceta, específicamente la que contenía un decreto que daba vigencia al contrato de concesión para la mejora, operación y explotación de la represa José Cecilio del Valle. Tras elaborar un informe sobre este extremo, la Fiscalía se enfocó en la investigación del contrato de concesión.
“Esta investigación ya está por terminar en relación al contexto sobre el involucramiento en la aprobación de este contrato”, expresó el fiscal especial contra la Corrupción, Henry Salgado. “De lo único que tenemos conocimiento sobre él (Micheletti) es que fungía como Presidente de la República al momento de que el Consejo de Ministros aprobó ese contrato en la parte que corresponde, de conformidad a la Ley de Concesiones”, manifestó Salgado. Igualmente, afirmó no tener conocimiento que Micheletti estuviera involucrado comercialmente con el consorcio.
René Osorio Canales: “Yo superviso, no participo en ese tipo de operaciones”
El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, René Osorio Canales es señalado por medios de comunicación internacional, como uno de los principales partícipes de la expulsión del ex Presidente Manuel Zelaya en aquel 28 de junio.
Diario El País de España publicó un artículo que hace mención al general Osorio Canales. El diario afirma que “el pasado viernes 28 de enero, (Carlos) Cuéllar fue relevado en su cargo por el general René Osorio Canales, jefe de la Guardia de Honor Presidencial de Porfirio, “Pepe”, Lobo. Osorio Canales fue el oficial que entró en la casa del presidente Zelaya para sacarlo en pijamas a punta de fusil en mitad de la noche. Ahora, es el jefe del Ejército en Honduras”.
Consultado al respecto, el general respondió: “Ya lo he dicho varias veces, que esas operaciones las realizan unidades especiales, oficiales subalternos, un general no está para eso, está para planificar y supervisar esas operaciones tan grandes. Soy general y la misión de nosotros es realizar y supervisar operaciones, los entendidos en materia de todos los países desarrollados saben que un general no anda ejecutando operaciones que son nivel de oficiales subalternos”. Luego apuntó: “No sé qué intereses hay, pero somos soldados disciplinados y en eso nos basamos”. Los medios de comunicación le insistieron y le preguntaron ¿no participó, entonces? Y dijo: “como una supervisión general, en el campo del bienestar del personal que era mi campo, lógicamente los otros oficiales en los diferentes campos porque era una misión que estábamos cumpliendo como miembros de las Fuerzas Armadas”.
El pasado jueves, Osorio Canales declaró a Radio Globo, que también le hizo la misma interrogante, que “en ese entonces yo era director de C-1, que es encargado del personal a nivel nacional. Como soldado que soy recibí una orden de supervisar las operaciones y lo hice en Tegucigalpa, incluso me desplacé para Danlí, anduve en Choluteca en las brigadas”, dijo.
Romeo Vásquez Velásquez: “Yo no presioné a nadie, más bien pensaba en retirarme”
En relación a la publicación del portal WikiLeaks, difundida por medios internacionales, el general en retiro, Romeo Vásquez Velásquez, exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, y actual gerente de la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones, Hondutel, dijo desconocer sobre las presiones para dejarlo en el cargo y que inclusive ya pensaba en retirarse.
De acuerdo a la versión, Vásquez, quien como jefe del Estado Mayor, cumplió la orden judicial de capturar al ex presidente Manuel Zelaya, y luego, al margen de la ley extraditarlo a Costa Rica, habría presionado, junto a jerarcas militares, al presidente Lobo Sosa, para dejarlo en el cargo o para ascenderlo a ministro de Defensa. “No, de ninguna manera, uno como soldado es bastante disciplinado, uno no tiene que estar pidiendo a sus superiores absolutamente nada, ni cuenta me di, de ese tema que sale en los diarios”, aseguró.
El País, periódico español que hizo la publicación, también señala que, el presidente hondureño, Porfirio Lobo, también le ofreció a Vásquez la gerencia de la Enee, pero “tampoco, eso no es cierto, nunca ha sucedido así”, contestó el oficial. De acuerdo a la publicación, el embajador estadounidense Hugo Llorens se opuso a la propuesta de Lobo Sosa, pero según Vásquez, “ tampoco sé, yo no puedo saber ni pensar lo que está pensando otra persona en este caso, no se absolutamente nada del Ministerio de Defensa, ni de la Enene, no sé nada de eso”, refutó. Vásquez también dijo desconocer señalamientos de corrupción que se atribuyen al gobierno interino de Roberto Micheletti, quien sustituyó a Manuel Zelaya. Vásquez continuó al mando del Estado Mayor en ese período de siete meses.
“Las FF AA es una institución a la disposición de las autoridades políticas de la nación, como profesionales que somos es que cumplimos una misión, y luego de cumplirla reporta a quien le da la orden, y se retira, no tiene que ver en nada en lo que respecta a la política de la misma nación”.
José Alfredo Saavedra: “Que Llorens presente pruebas para reabrir la investigación”
El embajador de Estados Unidos, Hugo Llorens, ha sido emplazado a presentar pruebas sobre la supuesta participación en actos irregulares de altos funcionarios del gobierno interino de Roberto Micheletti.
En sus informes confidenciales a Washington, revelados por WikiLeaks, Llorens señala directamente al expresidente Roberto Micheletti y al ex titular del Legislativo, José Alfredo Saavedra, de impulsar el concesionamiento de la represa hidroeléctrica José Cecilio del Valle, localizada al sur del país, a un consorcio italiano hondureño de una manera irregular y que desató un escándalo.
Aparte de asegurar que Micheletti es socio de la citada concesionaria, el embajador norteamericano indicó que Saavedra facilitó la aprobación de dicho contrato restando importancia a los cuestionamientos que se produjeron en su momento. Llorens menciona además al entonces titular de Soptravi, Rosario “Saro” Bonano y a dos empresarios amigos de Micheletti.
El contrato fue aprobado el 20 de enero, una semana antes de que el gobierno interino de Micheletti entregara el poder al nacionalista Porfirio Lobo Sosa. En su descargo, el actual diputado liberal por Valle aseguró que nada tuvo que ver en este caso e instó a que Llorens presente las pruebas para que se reabra la investigación hasta llegar a la profundidad de la misma. Saavedra reveló que el entonces secretario del Poder Legislativo, Carlos Lara Watson, fue quien recibió la iniciativa de ley que procedía de Soptravi, la que fue remitida a una comisión ordinaria para que dictaminara a favor o en contra de la iniciativa.
El ex presidente del CN agregó que la única participación que tuvo en el caso fue la de ser informado por Lara Watson de la solicitud de aprobación de la concesión y posteriormente pidió que cumpliera con el procedimiento parlamentario el que -aseguró- se realizó de manera transparente y dio como resultado un dictamen favorable para los peticionarios, el que posteriormente fue incluido en la agenda para ser discutido y aprobado por los diputados.