El Tribunal Supremo Electoral, TSE, nunca se imaginó que después de impulsar un proceso electoral limpio, masivo y transparente, la Secretaría de Finanzas no le iba a dar el último desembolso para honrar sus deudas.
Ahora, corre el riesgo de que sus instalaciones sean tomadas por los miembros de los tribunales departamentales, municipales y los custodios electorales que no han recibido un centavo por el trabajo desempeñado durante el proceso.
Custodios
Son 32 millones de lempiras que la ministra de Finanzas, Gabriela Núñez, aún no ordena la transferencia respectiva aún y cuando son parte del presupuesto asignado por el gobierno al proceso electoral.
Todo marchaba bien: manejo, transparencia, observación y participación electoral pero la Secretaría de Finanzas está poniendo la nota negra porque está por concluir el año y no se le ha pagado a mucha gente.
Son aproximadamente tres mil funcionarios electorales entre los cuales hay 1,490 representantes de tribunales municipales electorales, 90 tribunales departamentales y el resto son custodios electorales y miembros de mesas.
De estos últimos a la gran mayoría ya se le pagó pero aún falta una cantidad a la que se le debe su día de trabajo (29 de noviembre) informó el magistrado David Matamoros.
Los custodios electorales son los ciudadanos recomendados por organizaciones no gubernamentales que representaron al TSE en las mesas.
Eran los responsables del material electoral y de tomar decisiones en nombre del organismo central de elecciones.
Los miembros de tribunales departamentales fueron juramentados dos meses antes de la celebración de las elecciones.
Entre sus funciones estaban las de velar por el buen desempeño del proceso en sus respectivos departamentos y elaborar, al final de la jornada, un escrutinio departamental utilizando las actas municipales.