Tegucigalpa, Honduras
Pese a que todos los peregrinos apostados en los alrededores del santuario de Suyapa pasaron la noche en vigilia durante la alborada, la casa de Santa María de Suyapa permaneció ayer repleta de devotos.
En el 268 aniversario de su hallazgo, la Morenita recibió de sus fieles devotos ofrendas, flores, candelas, rosarios y algunos hasta bendijeron imágenes para llevar a sus casas un poco de la gracia recibida durante la fiesta.
Muchos peregrinos comenzaron también ayer al mediodía el camino hacia su hogar, en camiones, buses o a pie; otros buscaron las terminales de transporte.
Pero antes de emprender su viaje, los creyentes se despidieron de Suyapa en la eucaristía solemne que se celebró a las 9:00 am.
Muchos llevaron imágenes benditas para regalarles a sus familiares.
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En el acto religioso en el que participaron autoridades del Gobierno y local, se exhortó a los fieles a mantener vivo el espíritu del amor a Dios y la confianza en su madre.
En su homilía, monseñor Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, Nicaragua, destacó la necesidad de María de unirse a su pueblo en sus diferentes advocaciones a través de los más humildes, como Alejandro Colindres.
“La Iglesia de América Latina debe ser como los ríos que mientras corren en medio de la montaña van sembrando verdor y alegría. María va por el mundo y va sembrando gozo”, instó.
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Al finalizar la misa, el alcalde capitalino Nasry Asfura entregó al prelado nicaragüense un pergamino que lo acredita como visitante distinguido del municipio del Distrito Central.
La solemnidad de la fiesta nacional en honor a la Madre de la Iglesia continúo durante todo el día en los oficios religiosos en el templo.
Además, la fiesta se esparció por todos los alrededores de la aldea de Suyapa con conciertos en vivo, juegos tradicionales para los niños y un activo comercio. Todo en un ambiente de seguridad proporcionado por 12 entidades de socorro y las fuerzas del orden, así como de apoyo a los peregrinos con alimentos y servicios médicos.
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Los peregrinos no quisieron abandonar el santuario de Suyapa sin antes tener la dicha de estar cara a cara con su madre. Una enorme fila que atravesaba el templo hasta la plaza Juan Pablo II y finalizaba en la entrada de la aldea era lo que separaba a los fieles de la venerada imagen.
Este año el lugar del encuentro con la madre se trasladó al centro del templo, en el área dedicada al coro; allí en una urna de vidrio se depositó la imagen de la Morenita.
Con la fuerza de la fe, los devotos esperaron hasta por cuatro horas para entregarle sus pesares a la Virgen y que ella se los traslade a Dios.
Además de las plegarias y las muestras de la más encendida fe y devoción, los fieles devotos llevaron su música a la Patrona de Honduras.
Después de la eucaristía, la Plaza San Juan Pablo II, ubicada en los bajos del santuario, se convirtió en el escenario donde la banda marcial de la Fuerza Aérea Hondureña ofreció un concierto de gala. El tradicional evento se vuelve un tributo de parte de los soldados del aire hacia su capitana general.
Cientos de feligreses se dieron cita para escuchar temas como Virgencita de Suyapa, entre otras selecciones musicales para honrar a la Virgen.