Las Juan Orlando Hernández, que no están facultadas para derribar aviones, como él lo informó
desde Estados Unidos.
Tampoco pueden derribarse aeronaves bajo pretexto de lucha contra el narcotráfico.
Honduras es signataria del Convenio de Chicago, firmado el 7 de diciembre de 1944, que entró en vigor el 4 de abril de 1947. Este tratado concede derechos a los Estados suscriptores a obligar a un avión que sobrevuela ilegalmente a aterrizar de inmediato, pero no lo puede derribar. En la gira que realiza por Estados Unidos, Hernández dijo que ante la indiferencia del país del norte en ayudar con mayor efectividad a los países centroamericanos a combatir el narcotráfico, estos países pueden tomar medidas unilaterales.
Una de ellas podría ser la despenalización de la droga o el derribo de aeronaves sospechosas de transportar drogas.
El viceministro de Defensa, Carlos Roberto Fúnez, el jefe del Estado Mayor Conjunto, René Osorio Canales, y el comandante de la Fuerza Aérea Hondureña, Pastor Ruiz Landa, admitieron que es ilegal derribar aviones.
La única forma de hacerlo es que el Estado denuncie el tratado suscrito en 1944, como lo hicieron Brasil y Venezuela, los únicos países que pueden destruir en pleno aire una avioneta o avión. “No tenemos la autorización para derribar estos aviones, hay que seguir los procedimientos legales”, dijo el jefe del Estado Mayor Conjunto.