A pesar de que el cambio climático es impredecible, los especialistas en meteorología pronostican que los primeros meses del año serán afectados por el fenómeno de La Niña, es decir que será una temporada lluviosa.
Así lo confirmaron a LA PRENSA expertos del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), quienes advierten a la población de la temporada lluviosa que afectará hasta el cuarto mes del año.
Para los próximos días se mantendrán bajas temperaturas, incrementando la nubosidad a nivel nacional, lo que provocará más lluvias en la costa Caribe. En el centro, occidente y parte de oriente se mantendrá nublado, todo por bajadas de frentes fríos debido a las masas de aire polar que cruzan por el sureste de Estados Unidos de Norteamérica, los que logran llegar hasta el norte del mar Caribe y se quedan al sur de países como Cuba y el sur de Haití y no bajan hasta la costa Caribe de Centroamérica. Durante la semana en el país se mantuvieron lluvias dispersas y bajas temperaturas causando incrementos en enfermedades respiratorias.
Francisco Argeñal, jefe de meteorología de Copeco, manifestó que “lo que tendremos son condiciones del fenómeno de La Niña hasta el mes de abril, después tendremos condiciones neutras, se pronostica una actividad ciclónica dentro del promedio para el Atlántico y una distribución irregular de las lluvias para finales de mayo y principios de junio”.
Argeñal explicó que cuando se habla de La Niña se refiere que durante la época lluviosa el promedio es de más lluvias, principalmente en septiembre y octubre, “sin embargo, desde el año pasado estamos bajo La Niña y no hemos tenido ese escenario, más bien en septiembre del año pasado fue seco, dejando reducción en los rendimientos de los cultivos y poca agua almacenada en los embalses”.
Los meteorólogos analizan si los cambios no solo se deben a los fenómenos de El Niño y La Niña, sino que también están relacionados al calentamiento global.
En Honduras los departamentos más productores de granos básicos son Olancho, El Paraíso, Yoro, Comayagua, Atlántida, entre otros.
“El año pasado se dieron problemas en los pronósticos, ya que se suponía que los meses de mayo y octubre se predecían lluvias y no sucedió así, los modelos fallaron por lo que se estudia si fue por el calentamiento global”, expresó Argeñal.
“Esperamos algunas lluvias en abril, y en mayo esperamos importantes lluvias en la parte del corredor seco”, agregó el meteorólogo.
Y es que el fenómeno de La Niña ha sido responsable de crudos inviernos en todo el mundo y de 193 países, Honduras está en la segunda posición de la escala mundial del Índice de Vulnerabilidad al cambio climático que elabora la organización Germanwatch.
Productores
Dulio Medina, presidente de Prograno, manifestó que de la única forma en la que pueden prepararse ante los cambios climáticos es con sistemas de riego en forma masiva, pero necesitan fondos no reembolsables y así garantizar la producción de alimentos que se consume en el país.
Los productores piden que se reactive Banadesa para ampliar la parte financiera estatal y así con sistemas de riego adecuados producir tres ciclos por año.
“Se nos ha ido de las manos el alto costo de los insumos, por lo que se debe realizar una producción nacional vigilada con asistencia técnica, a la par de una programación de mercados internacionales para facilitar licencias de exportación, porque actualmente hay mucha burocracia”, agregó Medina.
El productor agrícola Fredy Torres manifestó que siempre han estado preparados para producir los alimentos del pueblo hondureño, sin embargo, hay eventos que son impredecibles.
“Nosotros comenzamos los cultivos a partir del mes de mayo que es cuando inicia el ciclo productivo, pero si hay fenómeno de El Niño, los productores tendremos que abstenernos de producir en el campo y estamos enfrentando otros problemas como la degradación del tratado de libre comercio sin tener precios para nuestros rubros”.
Otra dificultad es el aumento de los insumos como los fertilizantes y otro productos que son básicos para la producción agrícola, que según los productores se triplican los costos cuando ya van a iniciar los ciclos de producción.