La Lima.
La desesperación se comienza a apoderar de pobladores de las colonias El Buen Samaritano, de La Lima, y la 22 de Junio, de San Manuel, Cortés, pues aún no pueden regresar a sus casas, sumando así cinco días de estar a la intemperie.
Ayer las lluvias bajaron su intensidad en la zona norte y los ríos comienzan a bajar su caudal; pero aún hay cientos de personas afuera de sus hogares. Copeco extendió ayer las alertas por 24 horas.
Las habitantes de las dos colonias que pertenecen a diferentes municipios les piden a las autoridades que les instalen carpas o pedazos de plástico para armar sus champas.
Pobladores de la 22 de Junio indicaron ayer que autoridades de San Manuel aún no se han hecho presentes; mientras que los de La Lima sí han atendido a los de la colonia El Buen Samaritano.
En esa área son más de 500 afectados que no han podido regresar a sus hogares, pues uno de los bordos del Canal Maya cedió y dañó gran parte de la estructura.
Para las autoridades de la Comisión del Valle de Sula es difícil tirar algún material en el bordo dañado, pues además de ser grande la afectación, hay agua acumulada.
Los pobladores han tapado algunas filtraciones pequeñas en otros sitios con la esperanza de que no haya más inundaciones.
El único lugar en el que ayer lograron paliar la situación es en la abertura del Canal Maya en la colonia Pineda 2, adonde tiraron piedras, sacos de arenas y material selecto para tapar el agujero.
Sergio Villatoro, director de la Comisión para el Control del Valle de Sula, explicó que eso es un paliativo para evitar que los pobladores se vuelvan a inundar si llueve.
Indicó que hasta la fecha han invertido 78 millones para la reducción de la vulnerabilidad en diferentes comunidades que viven en riesgo por habitar cerca del paso de los rios Ulúa y Chamelecón en el valle de Sula.
Otra de las zonas en la que no han comenzado ningún trabajo es el bordo de la colonia Liberación Campesina, el cual fue dañado por las aguas del río Ulúa que pasan por el puente La Marimba, y eso también inundó la colonia Guadalupe, de San Manuel.
Los habitantes de las dos colonias se mantienen en una escuela y el resto a la orilla del bulevar que conduce de El Progreso a La Lima.
Ciudadanos se han solidarizado llevándoles ropa para cubrirse de la lluvia y del frío, así como de algún tipo de alimentos. Indicaron que en la Guadalupe tienen agua potable en algunas de las casas, por lo que se pueden ir a bañar y usar los sanitarios, pero en otras el agua aún está dentro de las casas.
Los problemas persisten en la colonia San Cristóbal, de La Lima, pues los vecinos no han podido regresar a sus casas por el agua acumulada.
José Delmis Cardona, coordinador del Comité de Emergencia Municipal (Codem), explicó que la Jerusalén, la San Cristóbal y la Guaymuras se inundaron debido a que una urbanizadora abrió un agujero para instalar sus aguas negras en el bordo y no lo cerraron.
Ayer hicieron una inspección en la zona y constataron que había daños en la estructura que protegía a esos pobladores. “Pondremos la denuncia correspondiente, porque abrieron el bordo para hacer una conexión de aguas negras y no repararon a tiempo”, aseguró el representante del Codem de La Lima.
Los mismos habitantes de la Jerusalén habían denunciado el rompimiento del bordo, lo cual ya fue constatado por las autoridades municipales de La Lima que indicaron que por ese problema también a la misma urbanizadora se le inundaron dos calles.
Además de esto, se conoció que un productor hasta sembró palma africana en el Canal Maya.
Afectados.
Muchos de los habitantes que estaban en los albergues habilitados en escuelas y centros de La Lima regresaron a sus casas; pero aún el Codem atiende a 1,300 afectados de la Jerusalén, San Cristóbal y Guaymuras.
Decenas de habitantes de esas colonias permanecen a la orilla del bulevar o en la mediana en champas improvisadas esperando que las aguas acumuladas despejen las casas.
Margarita Perdomo contó que a las llaves está llegado agua, pero sucia y aún no les sirve para hacer sus alimentos y tomarla.
“Nos preocupan las lluvias porque estamos a la intemperie y tenemos que ir a nuestros trabajos, de donde no sabemos si nos despedirán porque ya hemos faltados tres días y no podemos dejar los hijos solos”, lamentó la mujer que vive en una champa improvisad por la inundación.
En Choloma, las colonias Palmeras, de Río Blanquito; Juan Orlando Hernández, de Quebrada Seca, y un sector de Río Nance también fueron afectadas por inundaciones, y algunos vecinos tuvieron que salir de sus casas.
Recuento.
Siguen en alerta roja los departamentos de Gracias a Dios, Colón, Atlántida, Cortés, Islas de la Bahía y Yoro.
Copeco informó que a nivel nacional fueron afectadas 38,787 personas de 7,738 familias. Para su resguardo se logró instalar de emergencia 22 albergues en Cortés, Santa Bárbara e Islas de la Bahía.
Además, en los cinco días de lluvia evacuaron a 1,452 familias que suman 7,607 hondureños que tenían su vida en peligro. En lo que respecta a la ayuda humanitaria, se informó que ya fueron entregadas 53,625 libras de comida distribuidas a nivel nacional.
Dentro de esta asistencia se incluye dotaciones de colchonetas, frazadas, kits de higiene personal, kits de cocinas, de bebés, y láminas de zinc.