San Pedro Sula, Honduras.
Cansados de los engaños de reubicación por parte de la alcaldía y el Gobierno y el ir y venir a los albergues cuando la zona se llena, pobladores de las barras de los ríos de Cuyamel y Motagua saldrán a las calles a pedir dinero para comprar un terreno seguro.
Representantes de oenegés y miembro del comité pro reubicación de las 84 familias que aún viven en el lugar ofrecieron una rueda de prensa para dar a conocer la situación y a la vez concienciar a la población para que les ayuden a recaudar diez millones de lempiras para ejecutar el proyecto.
“Estamos cansados de tantas mentiras, en la alcaldía no hay voluntad para apoyarnos con la compra de un predio, no nos queda de otra que unirnos y salir a las calles y casa por casa a pedir dinero para tener ese espacio y construir nuestras viviendas en un lugar seguro alejado a unos kilómetros del mar”, expresó José Elvin Rodríguez, presidente del comité pro reubicación de las barras.
La erosión marina e inundaciones en las dos comunidades comenzaron en 2009, en ese entonces la Municipalidad declaró zona inhabitable, pero no dio una solución al problema con un traslado de los habitantes, poco a poco el problema se ha ido aumentando a tal grado que las olas se han “tragado” cerca de un kilómetro de tierra firme. Recordó que el 28 de enero del año pasado estuvo a punto de perecer soterrado con cinco miembros más don Cándido Zaldívar, pero la intervención de los vecinos permitió su rescate. Su casa quedó destruida y bajo la arena.
Más de 30 familias han emigrado del lugar ante el temor de que una marea alta los ahogue junto a sus pertenencias. Un buen porcentaje de la comunidad parece un pueblo fantasma.
“Solo falta que nos hinquemos frente a la Corporación Municipal para que nos ayuden, ya no podemos esperar más y vamos con todo para recaudar los fondos que se necesitan. La actividad es el 18 de julio. Esperamos que el presidente Juan Orlando Hernández nos tienda la mano”, apuntó.
Leonel Javier Cálix, miembro de la organización Comisión Social Menonita, dijo que debido al abandono y la necesidad con que viven esas familias se han visto en la necesidad de mantener una ayuda permanente tanto en alimentación cuando son afectados por las llenas como en las gestiones que hacen para trasladarse a otro lugar.
“Lamentamos que las autoridades no les interese la vida de estos compatriotas que están desesperados y piden a gritos que los saquen de aquí, ellos temen que una noche no amanezcan”, dijo.
Varias oenegés se han unido a ese clamor y desde ya trabajan para que la maratón sea un éxito. Informaron que solo tienen un año de plazo para conseguir los fondos para adquirir el predio.
El alcalde Ricardo Alvarado expresó que se mantienen pendientes de la situación. “Hace unos meses se trató de comprar varias manzanas de tierra, pero estas tenían problemas legales. En la zona hay un predio que fue incautado por la Oabi, esperamos lograrlo para estas familias”.
Cansados de los engaños de reubicación por parte de la alcaldía y el Gobierno y el ir y venir a los albergues cuando la zona se llena, pobladores de las barras de los ríos de Cuyamel y Motagua saldrán a las calles a pedir dinero para comprar un terreno seguro.
Representantes de oenegés y miembro del comité pro reubicación de las 84 familias que aún viven en el lugar ofrecieron una rueda de prensa para dar a conocer la situación y a la vez concienciar a la población para que les ayuden a recaudar diez millones de lempiras para ejecutar el proyecto.
“Estamos cansados de tantas mentiras, en la alcaldía no hay voluntad para apoyarnos con la compra de un predio, no nos queda de otra que unirnos y salir a las calles y casa por casa a pedir dinero para tener ese espacio y construir nuestras viviendas en un lugar seguro alejado a unos kilómetros del mar”, expresó José Elvin Rodríguez, presidente del comité pro reubicación de las barras.
La erosión marina e inundaciones en las dos comunidades comenzaron en 2009, en ese entonces la Municipalidad declaró zona inhabitable, pero no dio una solución al problema con un traslado de los habitantes, poco a poco el problema se ha ido aumentando a tal grado que las olas se han “tragado” cerca de un kilómetro de tierra firme. Recordó que el 28 de enero del año pasado estuvo a punto de perecer soterrado con cinco miembros más don Cándido Zaldívar, pero la intervención de los vecinos permitió su rescate. Su casa quedó destruida y bajo la arena.
“Solo falta que nos hinquemos frente a la Corporación Municipal para que nos ayuden, ya no podemos esperar más y vamos con todo para recaudar los fondos que se necesitan. La actividad es el 18 de julio. Esperamos que el presidente Juan Orlando Hernández nos tienda la mano”, apuntó.
Leonel Javier Cálix, miembro de la organización Comisión Social Menonita, dijo que debido al abandono y la necesidad con que viven esas familias se han visto en la necesidad de mantener una ayuda permanente tanto en alimentación cuando son afectados por las llenas como en las gestiones que hacen para trasladarse a otro lugar.
“Lamentamos que las autoridades no les interese la vida de estos compatriotas que están desesperados y piden a gritos que los saquen de aquí, ellos temen que una noche no amanezcan”, dijo.
Varias oenegés se han unido a ese clamor y desde ya trabajan para que la maratón sea un éxito. Informaron que solo tienen un año de plazo para conseguir los fondos para adquirir el predio.
El alcalde Ricardo Alvarado expresó que se mantienen pendientes de la situación. “Hace unos meses se trató de comprar varias manzanas de tierra, pero estas tenían problemas legales. En la zona hay un predio que fue incautado por la Oabi, esperamos lograrlo para estas familias”.
