“Está tronando”, esa era la aterradora frase que replicaban los vecinos de la colonia Guillén, mientras dejaban atrás la que hasta hace poco era su colonia, su hogar y que hoy está convertida en una zona cero donde parece que un terremoto partió la comunidad a la mitad.
Mientras las láminas truenan y las paredes se rajan, los damnificados que se resistían a dejar sus hogares sacaban sus cosas apresurados.Y un fuerte estruendo, que no tiene comparación con otro ruido que hayan escuchado antes, fue el movimiento de tierra que alarmó a todos los vecinos de la zona.
Debido a que la falla de deslizamiento que está en el sector dos de está colonia capitalina tuvo un movimiento de más de cinco metros, el pánico cundió.
También generó que en las partes más altas de la Guillén, las casas comenzaran a sufrir daños lentamente, ante la mirada incrédula de los vecinos.
Ante la alarmante situación, y que las autoridades declaraban zona de desastre el lugar, los vecinos en una forma desesperada de no perder sus enseres, comenzaron a sacar sus pertenencias a la calle.
Los primeros es salir fueron aquellos vecinos cuyas viviendas están ubicadas a orilla de calle, pero quienes vivían en los callejones tuvieron que realizar grandes esfuerzos para sacar sus pertenencias.
Para apoyar a esta población en riesgo se unieron las autoridades de la Alcaldía Municipal, Fuerzas Armadas (FF AA), Copeco, Policía Nacional, Cruz Roja y el Cuerpo de Bomberos.
Miedo
Desde inicios de septiembre las autoridades municipales alertaron del problema, pero este con el pasar de los días ha empeorado. Los que se habían quedado admiten que perdieron toda tranquilidad y dormir nadie ha podido.
David Espinoza, un vecino de la zona, relató que las últimas noches no ha podido conciliar el sueño, pensando en el riesgo por estar al borde de la falla.
Por su parte, Vilma Cruz, quien tiene más de 30 años de vivir en la Guillén, se resistía a salir de su vivienda, ya que toda su vida ha trabajado para vivir en su hogar, un lugar humilde, pero acogedor. Su miedo era salir de casa y no volverla a ver, ya que no tiene otro lugar a donde ir.
“Si nos sacan de nuestras casas nos deben llevar a un lugar donde nos den una casita, un lugar seguro, para no pasar por esta horrible situación”, decía entre lágrimas Cruz.
Y ante el riesgo, decenas de familias se vieron en la obligación de salir. Los vehículos de la Alcaldía Municipal, de la FF AA y particulares eran llenados con rapidez para salir de la zona hacía un lugar seguro.
Apoyo
Sin descanso los uniformados y personas de la comuna capitalina, cargaban todo aquello que consideraban importante. Hasta cadenas humanas realizaban los policías, militares y los vecinos con el fin de sacar con rapidez los enseres.
Las personas eran trasladas a un lugar seguro en los alrededores y los albergues habilitados en la zona. Cuatro son los albergues que están habilitados, tres en la colonia Roberto Suazo Córdova y uno en el barrio San Pablo.
Nelson Méndez, gerente del Comité de Emergencia Municipal (Codem), informó que a las familias se les esta llevando tres tiempos de alimentos cocinados y asistencia médica.
