Fernando Araújo, quien en diciembre escapó tras seis años de secuestro a manos de la guerrilla, asumió este miércoles como canciller de Colombia, mientras continúa el escándalo por nexos de políticos y grupos de ultraderecha que le costó el puesto a su antecesora.
En una discreta ceremonia que se cumplió en la Casa de Nariño (sede del gobierno), prestó juramento ante el presidente Alvaro Uribe y a la salida, reiteró su defensa de la política oficial de recurrir a las fuerzas armadas para liberar a los secuestrados en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc.
Araújo escapó el 31 de diciembre de un campamento de esa guerrilla, en medio de un operativo militar.'El gobierno nacional tiene la obligación constitucional de utilizar todos los medios que estén a su alcance aunque naturalmente hay que sopesar en cada ocasión los riegos que se corren' señaló Araújo en tono pausado.
La contención de Araújo contrastó con la vehemencia con que otros miembros del gabinete se refirieron a la oposición, y en especial al Polo Democrático (izquierda), que el martes en el Congreso retomó sus acusaciones de vínculos con el paramilitarismo de varios dirigente oficialistas.
El ministro del Interior y Justicia, Carlos Holguín, acusó este miércoles al senador del Polo, Jorge Robledo, de 'cometer infamias contra el país'. Robledo dijo la noche del martes en un debate legislativo que el escándalo no debía llamarse de la 'parapolítica' sino del 'parauribismo' (en referencia al presidente Uribe) pues la mayoría de los implicados son cercanos al mandatario.
Justamente Araújo, un ingeniero que ya fue ministro de Desarrollo en el gobierno del conservador Andrés Pastrana, fue designado el 19 de febrero para sustituir a María Consuelo Araújo -con quien no tiene parentesco- debió renunciar después que miembros de su familia fueran implicados en el escándalo.
El congresista Alvaro Araújo, hermano de la ahora ex canciller, fue detenido por orden de la Corte Suprema de Justicia que investiga sus presuntos vínculos con grupos de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, que cometieron numerosas masacres en la costa norte del país.
La Corte pidió además a la Fiscalía que investigue al padre de los Araújo, por su posible participación en el secuestro de un opositor político cometido por las AUC. Hasta ahora la Corte ha ordenado la detención de nueve congresistas -uno de los cuales se encuentra prófugo- todos pertenecientes a la coalición que respalda a Uribe.
Pero el gobierno parece decidido a no cargar con todo el peso del escándalo, y el ministro Holguín pidió el lunes que además de los vínculos con los paramilitares se investiguen también los nexos que puedan tener con la guerrilla algunos dirigentes políticos.
El martes magistrados de la Corte acudieron a una cárcel de Itagüí donde permanecen recluidos los dirigentes de las AUC, para recoger testimonios sobre sus vinculos con políticos.
Unos 14 jefes paramilitares están detenidos en Itagüí (400 km al noroeste de Bogotá), luego de una larga negociación con el gobierno de Uribe que permitió la desmovilización de 32 mil combatientes de ultraderecha a cambio de beneficios judiciales.