Estados Unidos tiene claro que en Honduras avanzan en el proceso de depuración policial para que el apoyo de ese país continúe.
Así lo declaró ayer en un acto público la subsecretaria adjunta para América Latina, Roberta Jacobson.
“Hay leyes en el Congreso estadounidense que requieren que nosotros revisemos toda la información sobre las personas o instituciones que van a recibir asistencia”, dijo Jacobson.
“Hemos determinado que queremos continuar trabajando con la policía en capacitación y entrenamiento pero realmente el proceso de depuración y de reforma policial es una de las cosas más importantes, porque si no la asistencia que podemos ofrecer no sirve”, añadió.
La jefa de la diplomacia estadounidense para la región respondió así a preguntas de la prensa sobre las acusaciones contra el jefe de la Policía hondureña, Juan Carlos Bonilla, que han resurgido recientemente en ese país.
Bonilla, apodado El Tigre, estuvo acusado en la década de 2000 de estar vinculado a varias desapariciones, aunque fue exculpado por tribunales y finalmente por la Corte Suprema en 2009.
Jacobson realizó esas declaraciones junto a la rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), Julieta Castellanos, en el centro de análisis Diálogo Interamericano, en la víspera de una ceremonia en la que se otorgará un galardón a la académica.
La Primera Dama estadounidense, Michelle Obama, otorgará junto al secretario de Estado John Kerry el galardón a Castellanos y a otras nueve mujeres el viernes, con motivo del Día Internacional de la
Mujer.
Socióloga de formación, Castellanos perdió a su hijo en noviembre de 2011, secuestrado y asesinado junto a otro joven en una carretera del país. Castellanos cree que ese asesinato fue obra de elementos policiales, tras investigar por su cuenta el trágico suceso.
La militarización de la lucha contra el crimen organizado es algo que deben decidir los países afectados, como sucedió en Colombia y México, aseguró Jacobson.