El gobierno estadounidense acusó el martes a un séptimo policía hondureño de conspirar para enviar droga a Estados Unidos, en un nuevo caso vinculado al proceso contra el hijo del expresidente Porfirio Lobo (2010-2014).
La acusación, presentada el lunes en la corte federal de Manhattan y a la cual accedió la AFP, acusa al policía Carlos Alberto Valladares Zúñiga de conspiración para enviar cinco o más kilos de drogas a Estados Unidos entre 2005 y junio de 2014, así como de dos delitos ligados al uso de armas.
Valladares y otros 'intencionalmente y a sabiendas combinaron, conspiraron y acordaron juntos y unos con otros violar la ley antidrogas de Estados Unidos', dice la acusación firmada por el fiscal adjunto Joon Kim.
Valladares importó, manufacturó y distribuyó una sustancia controlada como 'parte y objeto de una conspiración' para enviar más de 5 kg de droga con 'una cantidad detectable de cocaína' a Estados Unidos, añade.
Una fuente cercana al caso dijo a la AFP que el gobierno estadounidense cree que Valladares fue uno de los policías que ayudó a organizar la reunión de junio de 2014 en la que Fabio Lobo pidió al actual ministro de Seguridad, el general Julián Pacheco Tinoco, protección para un cargamento de droga.
La reunión, que fue grabada por un supuesto narco que en realidad trabajaba para la agencia antidroga estadounidense (DEA), terminó con Pacheco -entonces asesor de seguridad del gobierno Lobo- diciendo 'No, Fabio' y su abrupta salida del despacho.
Otros seis policías acusados de conspiración para enviar drogas a Estados Unidos y vinculados al caso Fabio Lobo ya están encarcelados en Estados Unidos. Uno fue extraditado en diciembre y los otros cinco se entregaron en julio de 2016.
Fabio Lobo fue capturado por la DEA en Haití en mayo de 2015 y desde entonces está encarcelado en Estados Unidos. Se ha declarado culpable de los cargos en su contra, incluido conspiración para enviar droga a Estados Unidos, y espera su sentencia.
Las recientes revelaciones de un testigo en el marco del caso contra Fabio Lobo, el excapo de la banda Los Cachiros Leonel Rivera, sacudieron a la élite de Honduras, uno de los países con la mayor tasa de homicidios del mundo y donde la corrupción permea las altas esferas.
Rivera, encarcelado en Estados Unidos, implicó en vínculos con el narcotráfico a Pacheco, a Porfirio Lobo y al hermano del actual presidente Juan Orlando Hernández, el diputado Antonio Hernández, entre varios otros. Todos niegan las acusaciones.