El subsecretario de Desarrollo Económico, Energía y Medio Ambiente de Estados Unidos, José W. Fernández, aseguró este miércoles en su cuenta de Twitter que su país “está listo para trabajar estrechamente con Honduras para hacer reformas necesarias para mantener las luces encendidas y el crecimiento de energía para los hondureños”.
Agregó que “tomar tiempo para ordenar este complicado sector generará enormes dividendos económicos en futuro cercano”.
El martes de esta semana había, la embajadora de Estados Unidos en Tegucigalpa, Laura F. Dogu, había comentado que “estamos analizando la propuesta energética y como escrito nos preocupa el efecto que tendrá sobre la inversión extranjera y la independencia de la agencia reguladora”.
A lo que el canciller de Honduras, Enrique Reina, calificó como “desacertada” la declaración de la embajadora de Estados Unidos, Laura F. Dogu, quien que asumió el 12 de abril.
El anteproyecto Ley Especial de Energía Eléctrica, del poder Ejecutivo, fue presentado hoy en el Parlamento hondureño, que indicó que el objetivo de la norma es “garantizar el servicio de electricidad como un bien público de seguridad nacional y un derecho humano de naturaleza económica y social”.
El Gobierno hondureño inició este lunes reuniones con los generadores privados de energía, con el fin de “renegociar” los contratos que tienen con la estatal Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee), y advirtió que, si no reducen la tarifa, el Estado podría asumir el control de sus plantas tras el pago de “un justiprecio” de las mismas, según el anteproyecto de ley.
Honduras tiene una demanda de unos 1.700 megavatios, de los que más del 60 % son generados por plantas térmicas que funcionan con derivados del petróleo, lo que representa para el país una factura muy alta.
