Las autoridades de Defensa Nacional informaron ayer sobre la posibilidad de prestar bases militares a Estados Unidos y construir un radar para el control de tráfico aéreo y naval de la zona del Caribe hondureño.
Esto es parte del replanteamiento de la política y estrategia de seguridad nacional que el país pretende implementar ante las nuevas amenazas y peligros mundiales, como el terrorismo y el narcotráfico, detalló el secretario de Defensa, Arístides Mejía.
“Existe una posibilidad de crear facilidades en las zonas de La Mosquitia y La Ceiba, para operaciones de Estados Unidos. No necesariamente una base clásica, con instalaciones permanentes, pero sí cuando sea necesario. Tenemos la intención, si el presidente Manuel Zelaya lo aprueba, de ampliar las operaciones conjuntas”.
Aviones
Con esta ampliación en las operaciones, Estados Unidos podría hacer uso del territorio marítimo nacional para ubicar buques con capacidad para internarse en el mar por períodos extensos sin necesidad de acercarse a tierra.
Asimismo, se contempla el despegue y aterrizaje de aeronaves en las bases de la Fuerza Aérea Hondureña, para que los aviones que han diseminado en toda la región centroamericana operen directamente desde el país.
Honduras y Estados Unidos ya sostienen este tipo de relaciones.
El Quinto Batallón, en Mocorón, Gracias a Dios, ha servido para que los estadounidenses aterricen y despeguen sus aviones.
Asimismo, hay un apostadero naval cerca de esa zona de La Mosquitia, el cual es usado por los norteamericanos.
Creación de radar
Se manejó también, como una posibilidad para combatir el narcotráfico y el terrorismo, la instalación de un radar en la región de La Mosquitia, para tener un control del tráfico de naves aéreas y navales del área.
“Puede ser una alternativa, pero se debe recordar que usan tecnología satelital”, acotó Mejía.
El funcionario dejó entrever que las operaciones podrían comenzar a inicios del siguiente año.
“Estuvimos allá cuando se aprobó el presupuesto y algunas cosas -habladas con Honduras- se incluyeron para funcionar el otro año, pero otras quedarán para una segunda parte”, con lo cual se deja claro que lo hablado con Estados Unidos es más que una “posibilidad”.
Beneficios
Mejía viajó, patrocinado por Estados Unidos, para discutir este tema, junto con el general Romeo Vásquez Velásquez, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, FF AA; el coronel Fidel Velásquez, asesor de Defensa, y Argentina Valle, jefa de la Comisión de Defensa del Congreso Nacional.
Esta última dio el visto bueno a este replanteamiento de la estrategia de política de Seguridad.
Todo parece indicar que Honduras también obtendría beneficios. Uno de ellos es que podría recibir como contraparte una respuesta positiva para “dar un uso civil y alternativo a la base aérea de Palmerola. Lo cual es factible siempre y cuando se logren acuerdos importantes de preservar el lado militar”, declaró el ministro de Defensa.
Esta petición se formulará porque la construcción del Canal Seco traerá oportunidades para el comercio en esa región, el cual tiene como única alternativa, en materia de tráfico aéreo, a Palmerola.
Vásquez Velásquez dijo que algunos problemas internos debilitan en cierto modo el trabajo de las FF AA en la zona del mar Caribe, por lo cual es importante contar con el apoyo de los estadounidenses en esa región, donde Honduras posee unos 200 mil kilómetros cuadrados de territorio marítimo, casi el doble del territorio terrestre.
Las relaciones militares entre los dos países se basan en un convenio firmado en 1954.
Estados Unidos tiene unos 600 militares en la base de Palmerola y en la década de los ochenta -en tiempos de la guerra fría- logró tener hasta cinco mil.
Protagonistas
Manuel Zelaya
Presidente de Honduras
El mandatario hondureño ha asumido una posición de fortalecer las relaciones exteriores con los países denominados “grandes”.
George W. Bush
Presidente de Estados Unidos
Durante sus dos periodos de mandato en Estados Unidos ha mantenido una política de combate al terrorismo y el narcotráfico.
Masiva deportación
El presidente Manuel Zelaya anunció ayer que aprovechará su visita a la Casa Blanca el próximo 5 de junio para pedir formalmente al presidente George W. Bush que conceda un estatus permanente a los casi 100 mil hondureños que durante los últimos años se han acogido a los beneficios del TPS.
Estados Unidos deportaría a unos 46.000 hondureños que viven sin documentos en ese país si no se reinscriben.