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Está bajo análisis otra muerte por el síndrome del Guillain-Barré

  • 26 enero 2016 /

Tegucigalpa, Honduras.

Otra muerte que se registra por el síndrome del Guillian-Barré es objeto de investigación por su relación con el zika.

Carlos Flamenco apenas tenía 20 años, era alegre y lleno de energía. Nadie entendía por qué de pronto sus fuerzas se esfumaron y su cuerpo se desvanecía. Él murió de Guillain-Barré en el Hospital Escuela el pasado viernes.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) sospecha que esta enfermedad neurológica tiene una relación con la aparición de zika. Es decir, que un paciente de zika puede, eventualmente, contraer la enfermedad, que ya lleva dos muertos en lo que va del año.

Investigación

Ante la amenaza de que el zika esté ocasionando la aparición del síndrome y que este a su vez haya causado la muerte de dos personas, la Secretaría de Salud está en alerta.

Eso es lo que afirmó Francis Contreras, viceministro de Salud. “Todos los casos que se presenten los vamos a investigar, debemos saber primero si las personas que contrajeron el Guillain-Barré fue por el zika o por cualquier otra virosis”, dijo el doctor.

El decano de la Facultad de Medicina de la Unah, Marco Tulio Medina, afirmó que ya se ha formado una comisión que se encargará de investigar esos dos casos sospechosos.

En esa comisión participan docentes de la Unah, epidemiólogos del Hospital Escuela y profesionales de la Secretaría de Salud. Hasta el momento se están revisando los expedientes clínicos de los dos fallecidos.

Su historia

Procedente de Siguatepeque, Carlos Flamenco contrajo el síndrome hace un mes luego de haber enfermado por el virus del Zika, según sus familiares.

Su padre, don Roberto Flamenco, hoy llora la partida de su hijo. “Lo ingresamos al Hospital Escuela hace un mes, él era un joven sano y trabajador, nunca padeció de enfermedades raras, de repente él se sintió débil, se le caían las cosas, un día trabajando se cayó y desde ahí él empeoró”, dice muy triste.

El muchacho pasó rápidamente de ser vigilado en la emergencia del centro a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), ya que su cuerpo no respondía.

“No podía moverse en lo absoluto, llegó a un punto en que él tenía que parpadear para poder comunicarse, fue terrible, sufrió mucho”.