En el Día Internacional del Trabajador, Marco Tulio Midence (70), un desempleado de aspecto indígena, caminó más de dos kilómetros con las manos encadenadas y en ellas cargó un pollo de granja.
Durante todo el recorrido, que inició a las 8:10 am en el puente de Megaplaza y concluyó en el parque central de esta ciudad, a Midence lo llevó tomado del brazo José Roel (34 años), quien vestía un uniforme militar.
Estos dos ciudadanos decidieron protestar de esta singular manera contra la impunidad, que según ellos, impera en el país.
“Yo hago el papel de robagallinas y él es la autoridad. Él me lleva preso. Estamos demostrando que en este país solo meten a la cárcel a los pobres y no a los grandes ladrones, como los que saquearon el Seguro Social”, manifestó Midence.
El obrero, quien ha encarnado al Indio Lempira en los últimos cinco años, y Roel encabezaron la marcha de ayer en San Pedro Sula. Detrás de ellos, caminaron alrededor de 10,000 trabajadores de más de unas 30 de organizaciones sindicales.
![]() La marcha y el mitin duraron menos de tres horas en San Pedro Sula. En este lapso, los trabajadores de empresas maquiladoras pidieron públicamente respeto a la libertad de sindicalización.
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A diferencia de las manifestaciones de años posteriores a la crisis política (2009), esta vez la marcha se destacó por desarrollarse sin una politización desmedida, aunque al final Xiomara Zelaya, del Partido Libre, hizo uso de la palabra
La ausencia del condimento ideológico se observó hasta en la vestimenta y en las pancartas de los participantes.
Más que los colores típicos del día de protesta, el rojo y el negro, predominaron el anaranjado, morado, verde, azul y otros tonos que denotaron pluralidad. La imagen del exguerrillero argentino Ernesto Che Guevara, ícono que suelen utilizar los trabajadores como símbolo de rebeldía, tampoco estuvo presente, al menos, en la frecuencia observada en años pasados.
Un nuevo ícono apareció ayer en la escena: el rostro de Berta Cáceres, líder indígena y ambientalista hondureña, asesinada el 3 de marzo en Intibucá.
![]() Escucharon música protesta y quemaron monigotes.
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“La educación no se vende, se defiende”, “el aumento a la luz y la gasolina al pueblo asesina”, “ser indignado no es suficiente, organízate”, “Honduras está cambiando porque a la gente decente están matando” rezaban algunas pancartas que portaron los trabajadores.
Los primeros manifestantes llegaron aproximadamente a las 9:30 am al parque central luego de un recorrido presenciado por transeúntes y policías, algunos con escudos antimotines, quienes no tuvieron mayor trabajo, más que observar, dado que el evento transcurrió sin provocaciones. A las 9:55 am, sobre una rastra instalada a un costado de la Municipalidad, en la primera calle, los manifestantes comenzaron el mitin con la entonación del Himno Nacional y la mano izquierda alzada.
Joel Navarrete, miembro de la Confederación Unitaria de Trabajadores (Cuth), dio lectura al clásico manifiesto del Primero de Mayo frente a la mayoría de manifestantes que permanecía en la primera calle.
El documento, planteado por la Cuth, Confederación de Trabajadores de Honduras (Cth), Central General de Trabajadores y Frente Nacional de Resistencia Popular (Fnrp) se centró en criticar al Gobierno de Juan Orlando Hernández y al modelo neoliberal.

“Condenamos la militarización de la sociedad hondureña que persigue desmantelar a la policía civil, perseguir y asesinar a quienes se manifiesten en contra de las políticas privatizadoras y entreguistas del régimen ante el capital nacional y extranjero”, dijo Navarrete, al leer el manifiesto.
Al igual que Midence y Roel, que con un pollo exigieron la cárcel para los saqueadores del Instituto Hondureño de Seguridad Social, los dirigentes de esas organizaciones populares piden enjuiciar a los responsables.
Según ellos “son los políticos que están enclaustrados impunemente en altos cargos del Gobierno y en el Congreso Nacional de la República” y pidieron “incautarles todos los bienes producto de estos ilícitos”.
Dentro del manifiesto, las organizaciones incluyeron el tema de la alfabetización que en los últimos días provocó manifestaciones de estudiantes.
“Exigimos al secretario de Educación se siente de manera inmediata a la mesa del diálogo con los estudiantes, padres de familia y maestros para buscarle una solución (...)”, instaron las cuatro organizaciones. Y pidieron “aumento general de salarios por la pérdida del poder adquisitivo provocado por la devaluación”.

A las 10:15 am, luego de que concluyera la lectura del manifiesto, los manifestantes quemaron un monigote que, según ellos, representaba al gerente de la empresa Aguas de San Pedro y también incendiaron otro que tenía el logotipo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y leyendas contra la corrupción en el IHSS.
La excandidata a la presidencia por Libertad y Refundación (Libre), Xiomara Castro, llegó a la tarima a las 10:25 am, al cierre del mitin, luego de haber caminado algunos tramos de la ruta de la marcha.
“Aquí en esta misma tribuna (...) denuncié la existencia de grupos paramilitares, la existencia de escuadrones de la muerte (...), sicarios, asesinatos, masacres, limpieza social, muertes crueles de niños y jóvenes, eso es lo que vivimos (...)”, dijo Zelaya al iniciar su discurso.