San Pedro Sula, Honduras.
El peligro no cesa y cada segundo que transcurre el riesgo es mayor. Cinco motines han sucedido en 30 meses en el penal sampedrano dejando heridos de gravedad y muertos.
El sitio se mantiene como una bomba de tiempo, lo que significa que concluir el nuevo presidio que se construye en La Acequia, Quimistán, Santa Bárbara, es más que urgente.
La obra camina lento ante la falta de recursos que cuando llegan es a cuentagotas.
En este momento solo quedan L3 millones de la última transferencia realizada por el Gobierno. La obra se paralizará y unos 300 obreros se quedarán sin trabajo.
Sumado a ello los costos incrementarán porque el Instituto Penitenciario pidió una serie de reformas que no estaban contempladas en el plano original, y hay que hacerlas.
Recorrido
El trabajo de construcción ha sido intenso y se evidencia en el avance de la obra, tal como lo comprobó ayer LA PRENSA durante un recorrido.
Albergará a 2,500 internos más el personal administrativo. El primer traslado se tendría que haber efectuado en estos meses, pero tendrá que esperar.
Rómulo Emiliani, presidente de la Fundación Proconstrucción de la Granja Penal, dice que quedan solo L3 millones para una de las obras más urgentes en el país.
“Necesitamos L70 millones más para terminar la primera fase. Prometieron dar de la tasa de seguridad L20 millones y hasta el día de hoy no llega nada”, manifiesta.
Lamenta que en unos seis días el dinero se terminará y “estamos trabajando intensamente para que los pabellones queden muy bien”.
Revela que se hace una serie de reformas que hoy solicita el Instituto Penitenciario, pero esto representará más dinero.
“Estamos con mucho ánimo para presentar al pueblo una obra hecha por las fuerzas vivas de San Pedro con fondos del Estado. Todos trabajamos voluntariamente con la intención de que cambie el presidio de San Pedro Sula”.
“Para evitar más muertes y que los reos tengan una posibilidad de rehabilitación en el marco de una seguridad clara, necesitamos terminar e inaugurar el nuevo presidio”, urge Emiliani”.
Última transferencia
Monseñor indica que el último de-sembolso fue de L10 millones y en total se ha invertido alrededor de L180 millones.
“Hemos hecho un presidio buscando que sea adecuado, pero con pocos recursos. Lo correcto sería que nos destinaran los L80 millones, los depositamos en el Banco Central de Honduras y vamos retirando hasta terminar la obra”, explicó.
“Estamos recibiendo poco a poco el dinero y eso nos retrasa la obra”, añadió.
Según Emiliani, el Instituto Penitenciario ha estado interviniendo desde hace más o menos año y medio.
“Al principio les pedimos que vinieran y no lo hicieron. Empezaron a venir y ahora quieren cambios. Las propuestas llegaron un poco tarde, eso representa dinero”, aseguró.
La Fundación ha recibido hasta la fecha L110 millones y quedan pendientes L70 millones de los comprometidos por el Gobierno provenientes de la tasa de seguridad.
El peligro no cesa y cada segundo que transcurre el riesgo es mayor. Cinco motines han sucedido en 30 meses en el penal sampedrano dejando heridos de gravedad y muertos.
El sitio se mantiene como una bomba de tiempo, lo que significa que concluir el nuevo presidio que se construye en La Acequia, Quimistán, Santa Bárbara, es más que urgente.
La obra camina lento ante la falta de recursos que cuando llegan es a cuentagotas.
En este momento solo quedan L3 millones de la última transferencia realizada por el Gobierno. La obra se paralizará y unos 300 obreros se quedarán sin trabajo.
Sumado a ello los costos incrementarán porque el Instituto Penitenciario pidió una serie de reformas que no estaban contempladas en el plano original, y hay que hacerlas.
Recorrido
El trabajo de construcción ha sido intenso y se evidencia en el avance de la obra, tal como lo comprobó ayer LA PRENSA durante un recorrido.
Albergará a 2,500 internos más el personal administrativo. El primer traslado se tendría que haber efectuado en estos meses, pero tendrá que esperar.
Rómulo Emiliani, presidente de la Fundación Proconstrucción de la Granja Penal, dice que quedan solo L3 millones para una de las obras más urgentes en el país.
“Necesitamos L70 millones más para terminar la primera fase. Prometieron dar de la tasa de seguridad L20 millones y hasta el día de hoy no llega nada”, manifiesta.
Lamenta que en unos seis días el dinero se terminará y “estamos trabajando intensamente para que los pabellones queden muy bien”.
Revela que se hace una serie de reformas que hoy solicita el Instituto Penitenciario, pero esto representará más dinero.
“Estamos con mucho ánimo para presentar al pueblo una obra hecha por las fuerzas vivas de San Pedro con fondos del Estado. Todos trabajamos voluntariamente con la intención de que cambie el presidio de San Pedro Sula”.
“Para evitar más muertes y que los reos tengan una posibilidad de rehabilitación en el marco de una seguridad clara, necesitamos terminar e inaugurar el nuevo presidio”, urge Emiliani”.
Última transferencia
Monseñor indica que el último de-sembolso fue de L10 millones y en total se ha invertido alrededor de L180 millones.
“Hemos hecho un presidio buscando que sea adecuado, pero con pocos recursos. Lo correcto sería que nos destinaran los L80 millones, los depositamos en el Banco Central de Honduras y vamos retirando hasta terminar la obra”, explicó.
“Estamos recibiendo poco a poco el dinero y eso nos retrasa la obra”, añadió.
Según Emiliani, el Instituto Penitenciario ha estado interviniendo desde hace más o menos año y medio.
“Al principio les pedimos que vinieran y no lo hicieron. Empezaron a venir y ahora quieren cambios. Las propuestas llegaron un poco tarde, eso representa dinero”, aseguró.
La Fundación ha recibido hasta la fecha L110 millones y quedan pendientes L70 millones de los comprometidos por el Gobierno provenientes de la tasa de seguridad.
