Las aguas residuales y negras corren por las calles de la aldea El Camalote en Quimistán afectando a dos mil pobladores que desde hace varios años solicitan el proyecto a las autoridades municipales.
Los vecinos dijeron sentirse burlados porque a principios de este año personal de la Alcaldía llegó a la comunidad a prometerles la ejecución del proyecto, pero todo quedó en documentos porque hasta el momento sigue con la contaminación.
Lucía Rodríguez, una de las habitantes de la aldea, lamentó que a pesar de que la comunidades está cerca al casco urbano de Quimistán, las autoridades municipales no se han preocupado por ejecutar el alcantarillado.
En la aldea viven cientos de familias que ya se han organizados para la contraparte en la ejecución del proyecto, la comunidad pondría la mano de obra.
“Es lamentable ver a los niños cuando van a la escuela que juegan en el agua sucia, varios padres han reportado que gran parte de los infantes padece de enfermedades estomacales e infecciones en la piel”, dijo Rodríguez.
Los pobladores le hacen un llamado a las autoridades para que se preocupen por estas aldeas.
Concepción Ramírez, pobladora de El Camalote, dijo que ya están cansados de que a las autoridades municipales sólo hagan promesas de campañas políticas.
“Vienen a prometernos mil cosas pero al ganar los puestos se olvidan de los más necesitados”, aseguró.
Los vecinos también se quejan porque los malos olores de las aguas negras son constantes y deben encerrarse en sus viviendas.
Otros problemas
Los pobladores también tienen problemas por el robo del cable de energía eléctrica, ya que los delincuentes no solo se llevan el alambre de los postes, sino también el de las viviendas.
“Le hacemos el llamado a la ENEE para que repare el alumbrado público, varias lámparas están en mal estado y los vecinos que llegan de sus trabajos por la noche son vulnerables a ser víctimas de asalto”, Ramírez.
En El Camalote también sufren por el mal estado de las calles, porque las aguas lluvias y las aguas negras provocan grietas, que dañan los vehículos.
La mayor parte de los pobladores trabaja en las maquilas de Quimistán, el resto se dedica a la ganadería y agricultura, productos que comercializan en los mercados locales.