Según Rebeca Arias, coordinadora del Sistema de las Naciones Unidas en Honduras y representante residente del Pnud, el mayor desafío para el proceso de desarrollo de los países de la región, particularmente en Honduras, es que en los hogares urbanos ya no se viva en situación de pobreza.
'Para superar la pobreza hay convenios que establecen el desarrollo de capacidades nacionales, un proceso donde las personas, las organizaciones y la sociedad se fortalecen, se desarrollan, se adaptan y mantienen la capacidad en el tiempo', explicó.
Se trata de un proceso con acciones lideradas localmente para incrementar motivación, habilidades y competencias de las personas, mejorar los procedimientos y sistemas de gestión de las organizaciones, y a resolver los obstáculos de índole institucional o de voluntad política.
'Además, está el principio que consiste en la orientación hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ODM, principal compromiso mundial resultante de la Cumbre del Milenio del año 2000, en la cual 189 países y todas las agencias de cooperación internacional asumieron el compromiso de orientar sus esfuerzos hacia la consecución de estos 8 objetivos y sus 18 metas para el año 2015.
Las cinco prioridades nacionales son invertir en las personas, desarrollo rural y seguridad alimentaria con equidad y sostenibilidad, gobernabilidad democrática, vih/sida y ambiente y gestión de riesgos. En todas ellas, la problemática de crecimiento urbano-rural es abordada, atendiendo las especificidades del caso.
Durante los últimos 30 años, no ha habido políticas explícitas de desarrollo urbano en Honduras. Como consecuencia, las ciudades han crecido de manera desordenada y se han puesto en evidencia problemas relacionados con el uso y la propiedad del suelo urbano, el acceso a servicios públicos y la creciente vulnerabilidad del espacio urbano frente a riesgos naturales.