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Hace de su afición un emprendimiento que empieza a dar frutos

  • 11 junio 2017 /

La joven madre se inspira en diseños que ve en internet y en su hija de dos años y medio.

    San Pedro Sula, Honduras

    Desde que se convirtió en madre, Iliana Caballero Alvarado quiso vestir a su primogénita con los mismos diseños de ropa que ella.

    Algo que comenzó en una moda vista en iternet pronto se convirtió en un negocio rentable para ella.

    La joven de 29 años cuenta cómo veía en las páginas web madres e hijas que se vestían igual y soñaba hacer lo mismo con su hija. Para lograrlo compraba ropa por internet, pero este gusto le resultaba muy caro.

    “Me parecía bonito ver a la hija vestida igual que la mamá, pero comprar la ropa por internet me salía muy caro. Entonces decidí mandar a hacer con una modista un par de trajes”, cuenta.

    Caballero relata que cada vez que salía a la calle y vestía junto a su hija los diseños, muchas personas le preguntaban dónde los compraba, lo que le despertó interés en hacer de su afición una microempresa.

    “Lo primero que hice fue hacer un sondeo de mercado en Facebook para medir si iba a ser rentable y la verdad que fue un boom, se puso muy de moda, me preguntaban mucho por eso”, detalla.

    Al ver que había demanda, pero no oferta, Caballero emprendió su microempresa de ropa.

    “Eso fue hace un año. En ese momento nosotros fuimos los primeros en vender este tipo de ropa, ahora han salido otros negocios al ver que hay un buen mercado”.

    La microempresaria da empleo a 12 personas que trabajan en el taller confeccionando los diseños, que publicita en las redes sociales y que vende al por mayor y al detalle.

    “Surtimos una tienda en Copán y en Olanchito. También vendemos al mayoreo”, dice.

    A la ropa se suman zapatos idénticos para niños y adultos, los cuales son elaborados en un taller en Comayagua y Tegucigalpa. “Contacté a las personas para que nos hicieran los zapatos, yo les mando los diseños y ellos los hacen”, detalla.

    Antes de convertirse en emprendedora, Caballero era únicamente ama de casa.

    Los precios de los juegos de ropa andan desde L400 hasta L1,200. “Siempre utilizo el internet para inspirarme en los diseños, ver qué está de moda, pero siempre buscamos que la ropa sea acorde para la niña y que no sea muy sexi”, sostiene.

    La microempresa se encuentra en proceso de legalización con asesoramiento de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), que también le ha dado un espacio en el Bazar del Sábado para ofrecer su producto. “Al principio creí que iba a ser difícil, pero la verdad me ha ido bien. Muchos creen que los clientes les van a llegar a la puerta y la verdad es que no, yo toqué muchas puertas y me ha resultado”, comparte Caballero.