El Valle de Sula es el más productivo de Honduras, pero también el más vulnerable a las inundaciones. Año con año, los municipios tienen pérdidas millonarias por las llenas y más de 70,000 de sus pobladores viven en zozobra por esa causa.
Los alcaldes han hecho múltiples solicitudes al Gobierno para la ejecución de proyectos que reduzcan definitivamente la vulnerabilidad de catorce municipios: once de Cortés y tres de Yoro.
El director de la Comisión para el Control de Inundaciones en el Valle de Sula, Ccivs, Carlos Ramírez, explicó que por la falta de fondos debieron priorizar y socializar con las comunidades los proyectos más importantes.
Ramírez informó que se han ejecutado más de cincuenta obras que debieron estar listas antes de la temporada de huracanes que comenzó en junio.
Gracias a Dios en el país no ha impactado directamente un fenómeno natural, por lo que no se han presentado emergencias.
“Sabemos que se dejaron de hacer varias obras porque en ellas debía invertirse mucho. Si se hubiesen ejecutado no se habrían hecho entre 15 y 20 proyectos menores que también eran necesarios”, añadió Ramírez.
Debido a que el presupuesto de la Ccivs para este año sólo fue de 70 millones de lempiras, distribuidos en 14 municipios, se va creando un déficit y sólo les pueden dar mantenimiento a los bordos ya hechos y mejorar la capacidad hidráulica de los alivios de los ríos Chamelecón y Ulúa.
Según autoridades de varios municipios, el dragado de estos dos ríos sería una de las soluciones para acabar con la vulnerabilidad.
“Estamos remendando los proyectos para hacer el mínimo necesario y estar listos, porque sin un presupuesto adecuado no se pueden hacer las obras que realmente requiere el Valle de Sula”, expresó Ramírez.
Desprotegidos
El río Ulúa afecta a los municipios de Potrerillos, Pimienta, San Manuel, Puerto Cortés, El Progreso y El Ramal del Tigre, en Tela.
En la margen izquierda de Potrerillos no se han reforzado los bordos ni en la margen izquierda aguas abajo del río Blanco, ramal del Ulúa, en San Manuel.
En el sector de El Pantano de Puerto Cortés tampoco se han hecho obras por falta de presupuesto.
El río Chamelecón es una amenaza para el campo Atenas en La Lima, los bajos de Choloma y ambas márgenes del afluente en Puerto Cortés.
Otra zona de gran vulnerabilidad es el boquerón de La Fragua, en El Progreso, donde miles de pobladores están alertas porque se necesita un proyecto valorado en 20 millones de lempiras.
“La situación del vertedero de La Fragua cada día es más delicada, a tal grado que, si viene un fenómeno fuerte, podría desviar el curso del río Ulúa hacia el río Tinto y afectaría más de 50,000 hectáreas de producción agrícola”, explicó Ramírez. Con la ejecución del proyecto en La Fragua se protegería a las comunidades de Esfuerzos de Jesús, La Fragua, Mocula, Birichiche, Cobahsa y Pavón Uno de El Progreso.
Cinco macroproyectos
Todos los años, cuando se habla de la vulnerabilidad del Valle de Sula, los funcionarios y alcaldes recuerdan que la solución para evitar inundaciones y pérdidas económicas es construir las represas El Tablón en el Chamelecón y Llanitos-Jicatuyo en el Ulúa.
Esos proyectos aún no se concretan y, según el comisionado presidencial para la zona norte, Emil Hawit, podrían ejecutarse con inversión público-privada.
El jefe de ingeniería de la Ccivs, Sergio Villatoro, explicó que en el Valle de Sula todos los años se planean proyectos de gran importancia, pero quedan en papel por el poco presupuesto que le asignan a la institución.
Villatoro explicó que han identificado cinco macroproyectos para desarrollar la zona oriental del Valle en el río Ulúa, como la ampliación del Canal Martínez, el Canal 32, el dragado del canal de alivio La Fragua, el canal de alivio Cobahsa, el alivio del boquerón de El Progreso y el alivio de Los Indios en El Negrito.
En el Chamelecón se necesitan proyectos de alivio en Nola y mejoramiento del área hidráulica del río en varios tramos desde La Lima hasta Baracoa.
“Para ejecutar estos proyectos se necesitan al menos 120 millones de lempiras y se ejecutarían en tres años”, informó Villatoro.
Ya no hay fondos
Debido a que ya se realizaron más de 50 proyectos en los catorce municipios, la Ccivs no tiene fondos para atender las posibles emergencias en lo que queda de la temporada de huracanes.
“Si hay situaciones de emergencia en el Valle de Sula, tendremos que hacer gestiones con el Gobierno para asignar fondos y hacer las obras necesarias para proteger los pobladores de las zonas afectadas”, agregó Villatoro.
Los alcaldes miembros de la Zona Metropolitana del Valle de Sula, ZMVS, gestionan para que el Gobierno asigne este mes mayor presupuesto a la Ccivs, con el fin de construir mayores obras de protección en la zona más productiva del país.
En alerta dos mil habitantes de Potrerillos
Las últimas lluvias han generado que más de dos mil habitantes de Potrerillos se encuentren alertas porque el río Ulúa comienza a dar los primeros indicios de inundar las zonas bajas del municipio.
Los representantes de los Codeles se reunieron ayer con autoridades de la Comisión para el Control de Inundaciones en el Valle de Sula, Ccivs, quienes hicieron un recorrido y vieron las partes vulnerables que amenazan una vez más con anegar varios sectores del municipio.
Luis Dacosta, representante de la Unidad de Hidrología de la Ccivs, expresó que “existen varios puntos donde se puede ver la vulnerabilidad del municipio. En algunos sectores faltan compuertas que protegen los barrios de las partes bajas”.
Dacosta informó que el nivel del río Blanco se ha incrementado, lo cual está produciendo filtraciones que podrían inundar los sectores bajos, como los barrios Cabañas, Suyapa, Morazán y El Pedregal.
“Si hay aumentos más altos en el nivel del río Ulúa, se impediría la salida del río Blanco y eso podría provocar inundaciones”, reveló Dacosta.
La presidenta del Codel del barrio Cabañas, Emna Navarro, expresó que “estamos preocupados porque con las últimas lluvias se están filtrando las aguas, “eso sería el inicio de nuestra pesadilla y ya estamos cansados de que todos los años tenemos que salir de nuestros hogares porque los ríos se salen de sus cauces”.
Más de 300 familias de las partes bajas del municipio son evacuadas todos los años por vivir en zonas que se inundan.
Digna Corea, presidenta del Codel en el barrio Suyapa, manifestó que “los habitantes de Suyapa somos los más afectados con las filtraciones de agua.
Les pedimos a las autoridades que reparen todo el bordo”.
En la aldea Campo Bejuco, varios grupos de campesinos se encuentran intranquilos porque año con año tienen pérdidas millonarias por las inundaciones en alrededor de 200 manzanas de siembras de maíz, banano y plátano.