La construcción del muro en la frontera con México es por ahora sólo un proyecto estadounidense con posibilidades de ser ratificado por el Senado, pero ya contribuyó a dividir todavía más a Latinoamérica y Washington, coincidieron analistas consultados por la AFP.
“Respecto a América Latina, es una terrible decisión”, aseguró el periodista Jorge Ramos. “En la época de la globalización y apertura de mercados, esta es la peor señal que pudiera haber entre países vecinos”, agregó el autor de “Morir en el intento”, libro en el que relata las tragedias en la frontera.
Varios países como México o Guatemala, pese a ser estrechos aliados de Washington, reaccionaron con ironía tras la aprobación por la Cámara hace un mes de una reforma migratoria que sólo prevé medidas represivas, como la construcción de un muro en 1,100 de los 3,200 km de frontera con México.
“Esa retórica particularmente ofensiva, antiemigrante, demagógica, reaccionara, se escucha ahora por toda Latinoamérica por la revolución de las telecomunicaciones”, explicó el analista Sergio Bendixen, al poner de relieve el impacto negativo del discurso de los congresistas más radicales.
En el debate, los inmigrantes han sido presentados a menudo como “personas que vienen aquí a vender drogas y crearles problemas al país, algo que no describe realmente al 99% de los emigrantes indocumentados”, agregó.
“Hay doce millones de documentados en este país trabajando. No le están quitando trabajo a nadie. Estamos haciendo trabajos que nadie quiere realizar”, enfatizó.
El proyecto de muro ha sido interpretado como “un insulto en Latinoamérica”, declaró Cecilia Muñoz, vicepresidente del Consejo Nacional de la Raza, Nclr, la mayor organización hispana del país.
“Esto demuestra la falta de calidad del debate que estamos teniendo aquí”, añadió, al tiempo que destacó el “profundo enojo” de la comunidad latina, la mayor minoría del país, tras la aprobación de una reforma que criminaliza a los ilegales que trabajan en Estados Unidos. EFE