Lo primero que llama la atención es un colorido desbordante que termina por impregnarse en el alma. Poco a poco, de grabado en grabado, imágenes de una tierra extraña y distante se van convirtiendo en una explosión de arte y alegría. Difícil es no emocionarse ante los Grabados del Año Nuevo de Taiwán.
Desde el 12 de diciembre hasta el 14 de febrero, las salas de exhibiciones temporales del Museo para la Identidad Nacional, MIN, en Tegucigalpa, presentan una de las muestras más sinceras de la cultura popular de este hermano país.
Los grabados del Año Nuevo (Nien Hua) representan un tipo de arte folclórico exclusivo de Taiwán; decoraciones que originalmente se imprimían en bloques de madera que se remontan a la Dinastía Sung del Sur (1,127 d.C.), pero que no fue sino hasta mediados de la Dinastía Ching (1736-1912) que surgieron ya como decoración oficial.
Las imágenes de los grabados nos muestran no solamente el regocijo por el Año Nuevo, sino también los pensamientos y esperanzas del pueblo.
Así, se tiende a clasificar a los grabados en cinco grandes categorías: por ejemplo, los dedicados a Narraciones Históricas tienden a transmitir lecciones morales que sirvan de ejemplo a las nuevas generaciones.
Tal es el caso de “El mejor letrado aprueba un examen imperial” en donde se muestra como el estudio, dedicación y disciplina, logran crear la oportunidad para un mejor futuro.
La categoría de “Representaciones de animales y bestias mitológicas” utilizan a estos seres como símbolos de deseos y búsqueda de cosas buenas y hermosas.
Por ejemplo, los peces dorados en un estanque (chin yu chi tang) son en realidad un juego de palabras que se podría traducir a “llenar la casa con riquezas”.
Igual acontece con todos aquellas imágenes donde aparecen carpas, ya que el término mandarín para carpa suena similar a “exceso” o “abundancia”.
Realizados en una extensa diversidad de materiales y con una impactante sencillez, los grabados emanan del pueblo; de sus sentimientos y pensamientos. Aspiran a la felicidad y ahuyentar los malos espíritus.
Siendo una expresión tan auténtica como antigua, El Consejo de Asuntos Culturales del Yuan Ejecutivo, el organismo gubernamental encargado de la política cultural del país, ha tomado especiales cuidados en preservar esta herencia y fortificarla, añadiendo y estimulando el uso de la creatividad moderna para acoplarse a los nuevos tiempos y pensamientos.
Leyendas, imágenes religiosas y aspectos del vivir diario aparecen ante nuestros ojos, enriqueciendo nuestras propias vidas gracias a un mejor entendimiento de una cultura milenaria que se encuentra, aparentemente, a miles de kilómetros de distancia.
Brecha física nada más puesto que al final, la paz siempre reina y une a los hombres de buena voluntad. ¡Feliz Año Nuevo!