Mientras funcionarios de la Secretaría de Finanzas están en Washington tratando de lograr un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, FMI, y armar el presupuesto general de la República para operar este año, el presidente de la comisión de presupuesto del Congreso Nacional, José Azcona, señaló que 'al menos el Ejecutivo debería enviar su plan de austeridad para conocerlo y darle confianza al pueblo'.
De acuerdo al diputado, lo que mantiene entrampado el nuevo presupuesto es la exigencia del FMI de devaluar la moneda para darle mayor valor a las exportaciones, disminuir en ingresos las importaciones y de esa forma ir equilibrando la balanza comercial, sin embargo, esto sería a expensas del deterioro del poder adquisitivo del hondureño.
'La misión de Finanzas anda en Washington discutiendo con el Fondo las nuevas proyecciones de ingresos como las nuevas políticas que tienen ellos, políticas más libres de apoyo a estos países con problemas, en ese sentido Finanzas pidió un compás de espera basado en tres cosas, una la misión que tendrán esta semana, número dos basado en verificar cómo se moverán los ingresos en abril, cuando entra el grueso del Impuesto sobre la Renta, ISR, y se calcula lo que ingresará el resto del año, y número tres monitorear el movimiento de las demás recaudaciones', explicó.
A su criterio, el Gobierno debió hacer el presupuesto el año pasado, y deberían trabajar, independientemente de lo que diga el Fondo o como se muevan las recaudaciones, en los planes de adiciones que son tres y que tendría que enviar de urgencia el Gobierno y que no son sujetas a ningún tipo de análisis.
'La primera es el plan de austeridad, tienen que definir adónde recortar gastos para cumplir con los incrementos proyectados del gasto corriente, como los pagos adicionales a los maestros, compromisos adicionales en Salud y otras áreas. Ese dinero sólo se puede sacar del gasto corriente. Está el dinero que se había dispuesto para subsidios, el año pasado sólo en subsidios al combustible se usaron casi 2,500 millones de lempiras, que este año no se darán, ese dinero no se puede dirigir al gasto corriente, simplemente regresa a poder continuar en inversión'.
En el segundo caso está cómo mejorar o sostener las recaudaciones y para ello se ocupa implementar algunas de las medidas de la ley antievasión y reducir o congelar prebendas fiscales.
Tras las medidas de austeridad y las tributarias, dijo que el tercer aspecto sería el plan de inversión o el plan de estímulo económico, donde entra el recurso con el Fondo Monetario Internacional, de los cooperantes, préstamos y proyectos en ejecución y la inversión con fondos nacionales.
'Todo eso se puede operar con el presupuesto del año anterior, pero lo ideal sería un nuevo plan porque el presupuesto no es sólo una herramienta para liquidar los gastos sino que para planificar', indicó.
Pero por mientras se espera el presupuesto o estas medidas, manifestó que el Congreso podría tomar otras acciones, como 'congelar las transferencias a las instituciones de Gobierno que no generan recursos propios, al ritmo mensual del 2008 para asegurarnos que no hay más gasto corriente porque recibimos indicaciones de que instituciones recibían y gastaban más que en 2008, y eso no puede ser'.
Además se debe asegurar que estén disponibles los fondos para las elecciones generales del 29 de noviembre próximo, 'hay que asegurar que independientemente de cualquier movimiento en el presupuesto, ese dinero quede resguardado'.
'La número tres es que hay otras medidas de austeridad y mejorar la recaudación, pero como se esperan resultados con el Fondo hay que ver qué acuerdos obtienen esta semana'.
El parlamentario hizo énfasis en que algunas instituciones tienen proyectados incrementos para este año, pero como operan con presupuesto de 2008, pueden hacerlo, como el caso de la Corte Suprema de Justicia, CSJ, que tiene autonomía, pero no pueden aumentar plazas que estén fuera del presupuesto.
En cuanto a la exigencia de devaluación de la moneda por parte del FMI, dijo que sería para cerrar la brecha comercial, pero hasta las cinco bancadas del Congreso han mostrado su oposición a esa medida. 'Hay otro menú de opciones como controlar la deuda interna, utilizar los fondos ahorrados del Estado en moneda nacional para dinamizar la economía, que sean medidas que nos permitan estimular la economía sin devaluación,', indicó.
Aunque no es una acción legal, indicó que el presupuesto ya maneja un colchón de dinero escondido, que son los 2,500 millones de lempiras en subsidio al combustible que se erogó el año pasado y que este año no se hará. 'Eso es un incremento base al gasto corriente casi del 7 ó 8 por ciento para cubrir las obligaciones adicionales, pero ésa es una salida; en segundo lugar si la economía no crece en términos reales y en términos nominales la recaudación debería crecer en la misma proporción que crece la devaluación, el Gobierno debe sacrificarse para no penalizar las finanzas del Estado'.
En mayo estaría presupuesto
El viceministro de Finanzas, Hugo Castillo, expresó que esperan el comportamiento de los ingresos tributarios y, de manera especial, de la recaudación del Impuesto Sobre la Renta, ISR, al 30 de abril del presente mes.
La proyección de Castillo es que este instrumento fiscal sea conocido por los diputados en el transcurso del próximo mes.
Autoridades de la Dirección Ejecutiva de Ingresos, DEI, adelantaron un desaceleramiento en la captación de algunos tributos.
El director de Ingresos, Armando Sarmiento, expresó que este comportamiento no puede calificarse como un incumplimiento de las metas de recaudación fiscal, debido a que aún no fueron fijadas.
Especialistas del Banco Centroamericano de Integración Económica, Bcie, han proyectado que Honduras enfrentará un descenso en la captación tributaria producto de la crisis financiera internacional. Según lo que establece la ley: La Constitución de la República establece que el anteproyecto del presupuesto debe elevarse al Congreso el 15 de septiembre, ser aprobado en diciembre y entrar en vigencia en enero del año próximo.