San Pedro Sula, Honduras.
Llantas y repuestos para el carro, ropa, zapatos y otros productos ha comprado por Internet por una simple razón: es más barato.
Moisés Cáceres, un comerciante de San Pedro Sula, ha optado por utilizar Amanzon o Ebay para comprar los artículos personales y del hogar que en el mercado local le resultan caros.
“ Es más barato comprar por Intenet. En estos países, como Honduras, pagamos el doble o el triple por los productos”, dijo Cáceres, cuando retiraba un paquete de la empresa GboxMall.
En la comodidad de sus hogares, mientras beben un café, Cáceres y cientos de hondureños observan las fotografías, revisan características del producto y, por medio de una tarjeta de crédito, compran y luego, solamente, deben esperar unos días.
“Es una ventaja estar cerca de Miami. Se llega más rápido a Miami en avión que a Tegucigalpa en un bus. Las cosas que uno compra llegan rápido”, dijo.
En Honduras, la entrega de los artículos comprados en Estados Unidos es realizada por una decena de empresas que surgieron en las últimas dos décadas al abrigo de la Internet.
El modelo de negocios desarrollado consiste, básicamente, en recibir, consolidar, transportar y entregar a tiempo las mercancías a sus clientes.
Las empresas, que se han convertido en expertas en este quehacer, asesoran a sus clientes con el ánimo de que eviten fraudes y les ponen a disposición un apartado postal en Miami, Florida.
“Nuestros servicios consisten en ofrecerles asesoría a las personas que nunca han comprado por Internet, orientarlas y enseñarles las mejores páginas y más seguras. Recordemos que así como ha avanzado la tecnología, también los riesgos de fraude o clonación de tarjetas de crédito”, dijo Christian Ponce, supervisor nacional de GboxMall.
Llantas y repuestos para el carro, ropa, zapatos y otros productos ha comprado por Internet por una simple razón: es más barato.
Moisés Cáceres, un comerciante de San Pedro Sula, ha optado por utilizar Amanzon o Ebay para comprar los artículos personales y del hogar que en el mercado local le resultan caros.
“ Es más barato comprar por Intenet. En estos países, como Honduras, pagamos el doble o el triple por los productos”, dijo Cáceres, cuando retiraba un paquete de la empresa GboxMall.
En la comodidad de sus hogares, mientras beben un café, Cáceres y cientos de hondureños observan las fotografías, revisan características del producto y, por medio de una tarjeta de crédito, compran y luego, solamente, deben esperar unos días.
“Es una ventaja estar cerca de Miami. Se llega más rápido a Miami en avión que a Tegucigalpa en un bus. Las cosas que uno compra llegan rápido”, dijo.
En Honduras, la entrega de los artículos comprados en Estados Unidos es realizada por una decena de empresas que surgieron en las últimas dos décadas al abrigo de la Internet.
El modelo de negocios desarrollado consiste, básicamente, en recibir, consolidar, transportar y entregar a tiempo las mercancías a sus clientes.
Las empresas, que se han convertido en expertas en este quehacer, asesoran a sus clientes con el ánimo de que eviten fraudes y les ponen a disposición un apartado postal en Miami, Florida.
“Nuestros servicios consisten en ofrecerles asesoría a las personas que nunca han comprado por Internet, orientarlas y enseñarles las mejores páginas y más seguras. Recordemos que así como ha avanzado la tecnología, también los riesgos de fraude o clonación de tarjetas de crédito”, dijo Christian Ponce, supervisor nacional de GboxMall.
Las perspectivas
El informe de Economía Digital 2015 de la GSMA, organización formada por unos 800 operadores de telecomunicaciones, observa un crecimiento en todas las regiones, entre ellas América Latina.
“El comercio digital continúa mostrando fuerte el crecimiento en la mayoría de las regiones. El pronóstico es crecer significativamente en
los próximos tres años, pasando de $1.7 billones (2014) a $3 billones en 2018”, anuncia esa asociación de la cual forman parte las compañías Tigo y Claro.
Los consumidores de Honduras pueden aprovechar que el e-commerce no está sujeto a aranceles por disposición de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
En el Consejo Ministerial de la OMC, celebrado en Nairobi, Kenia, en diciembre anterior, los Estados decidieron discutir el tema en el período de sesiones de 2017 y mantener “la práctica actual de no imponer derechos de aduana a las transmisiones electrónicas”.
Rafael Delgado, expresidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), considera que el comercio electrónico “es aún incipiente” y esto supone dos retos bastante importantes: “Promover más el acceso a la tecnología, debe haber mayor penetración de Internet y aumentar los ingresos en la población. Los artículos que son comprados actualmente no son de primera necesidad, son de consumo intermedio. Debe haber más poder adquisitivo para que el comercio electrónico se desarrolle”, dijo Delgado.
