28/03/2024
09:53 PM

El discurso de la presidenta Xiomara Castro en la 77ª Asamblea General de la ONU

La mandataria hondureña habló sobre los retos y desafíos de su gobierno. Además, envió un mensaje a la comunidad internacional pidiendo respeto a la soberanía y a las decisiones de Honduras.

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS

La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, emitió su discurso este martes en la 77ª Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en donde habló sobre los retos y desafíos que enfrenta su administración gubernamental.

Castro, la primera mujer presidenta en la historia política de Honduras, también pidió a la comunidad internacional “respeto” en cuanto a la soberanía nacional y las decisiones sobre las relaciones políticas del país centroamericano con otras naciones.

La mandataria, en su discurso, hizo énfasis en temas trascendentales como los derechos humanos, la migración, la democracia electoral, política internacional, pobreza, desigualdad, combate al narcotráfico y corrupción. Al final de su disertación, dio mostró su apoyo al gobierno de Venezuela, que dirige Nicolás Maduro.

DISCURSO ÍNTEGRO DE XIOMARA CASTRO

Comparezco ante esta tribuna mundial, en lo que para mi país significa un hecho histórico, no solo porque soy la primera mujer que tiene el honor de dirigir nuestra nación centroamericana, sino, porque también represento el primer gobierno electo democráticamente, después de transitar 13 años de dictadura: el golpe de Estado del 2009 cargado de crueles asesinatos y escuadrones de la muerte, dos sendos fraudes electorales, una pandemia y dos huracanes.

Es imposible entender a las hondureñas, hondureños y las grandes caravanas de emigrantes sin reconocer este contexto de cruel sufrimiento por el que nos ha tocado atravesar. Pero la democracia electoral no es suficiente para obtener el bienestar material y espiritual de nuestro pueblo. Trece años de dictadura tutelada por la comunidad internacional, nos llevó al país a multiplicar su deuda pública por seis veces, y alcanzar la tasa del 74 % de pobreza, la más alta en la historia de Honduras.

Cinco de cada diez de mis compatriotas viven en pobreza extrema. Pero tengo claro que ninguna de estas cifras impresionan a nadie en un mundo que hoy vive bajo la dictadura monetaria, que a los más pobres se les impone medidas draconianas de disciplina fiscal, que aumentan el sufrimiento de las mayorías postergadas, y el capital especulativo no tiene límites. Es evidente que hoy, para que nuestro país sobreviva, debemos rechazar esa presunta austeridad que premia a los que concentran la riqueza en pocas manos, y aumentan la desigualdad de forma exponencial.

La presidenta de Honduras, Iris Xiomara Castro Sarmiento, se dirige a la 77ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en la sede de la ONU en la ciudad de Nueva York el 20 de septiembre de 2022.

Desde que llegamos a finales del mes de enero, mostramos una férrea voluntad de consenso; expresando siempre la más firme decisión de lograr acuerdos de nuestros compromisos, sin negar ninguno de ellos. Pero la tarea de socavar la voluntad del pueblo, nos llega desde todas las direcciones, mientras se fomentan conspiraciones entre los mismos sectores que saquearon el país y sus aliados golpistas, envalentonados por la descarada actitud anti democrática, algunas veces disfrazada de diplomacia.

Las políticas públicas avaladas por el modelo rentista, desde la comunidad financiera internacional durante los últimos 13 años, nos arrastró a un mundo cargado de violencia y pobreza con proyectos fallidos, abandonados, corrupción, saqueo y narcotráfico. Ninguno de los testigos internacionales de los fraudes electorales del 2013 y 2017, ignoraban a lo que estaban condenando a nuestro pueblo, y sin embargo, se mostraron complacientes con la peor plaga que ha azotado a nuestro país. La soberbia del capital y del interés mezquino, hizo a muchos optar por el engaño, mientras el crimen organizado llevaba al país al desfiladero.

Las naciones pobres del mundo ya no soportamos Golpes de Estado, el uso de law-fare, ni Revoluciones de Colores, usualmente organizadas para espoliar nuestros vastos recursos naturales. Las naciones industrializadas del mundo son las responsables por el grave deterioro del ambiente, pero nos hacen pagar a nosotros por su oneroso estilo de vida, y para ello, no escatiman nada, para sumirnos en sus planes y en una crisis sin fin, pretendiendo que estemos atados de pies y manos.

La Honduras que dirijo, se está construyendo bajo una visión de refundación humanista, impregnada de dignidad y soberanía, que hará lo que legalmente sea importante para recuperar nuestro medio ambiente, y alcanzar el bien común para toda nuestra población. Por ello, nos resulta inaceptable este orden mundial arbitrario, en el que existen países de tercera y de cuarta categoría, mientras los que se creen civilizados no se cansan de hacer invasiones, guerras, especulaciones financieras y crucificarnos con su inflación una y otra vez.

Tomo esta tribuna para exigir que se nos respete, queremos vivir en paz, NO sigan tratando de desestabilizar a Honduras; y dictarnos sus medidas o escoger con quienes debemos relacionarnos. El pueblo es soberano lo demostró el 28 de noviembre apoyando mi triunfo, el más grande de la historia. Y la resistencia la que lucho contra la dictadura impuesta durante estos 13 años, esté 15 de septiembre día de nuestra independencia, me acompañó masivamente en las calles, conjurando las amenazas públicas y la mala costumbre de seguir entregando los bienes nacionales al mejor postor, como si fuéramos tierra de nadie.