LA CEIBA. Unas mil hectáreas de plantaciones de banano ubicadas en la aldea Isletas, en Sonaguera, Colón, fueron recuperadas ayer luego de que grupos campesinos las invadieran hace un mes.
Cabe destacar que el desalojo de las 300 familias que tenían tomadas las tierras fue pacífico, ya que decidieron salir por su propia voluntad al ver la presencia policial.
El desalojo obedece a una orden de un juez de Tegucigalpa luego de que ejecutivos de la empresa agrícola Santa Inés, subsidiaria de la Standard Fruit de Honduras, propietaria de dichas fincas, interpusiera la denuncia correspondiente.
El desalojo fue ejecutado por unos 800 agentes de diferentes unidades policiales y del Ejército. “Se dialogó con ellos y decidieron salir por su cuenta. Cuando llegamos les dimos un tiempo prudencial para que alistaran sus cosas. Lo que ellos pidieron fue que los apoyáramos con el transporte para poder irse. Algunos iban para Sonaguera, Sabá y otros a Tocoa”, manifestó Cristian Nolasco, subcomisario de policía asignado al Bajo Aguán.
En la recuperación de las tres fincas, llamadas Guanacaste, La Paz y La Esperanza, participaron también miembros de Derechos Humanos, el juez ejecutor y fiscales del Ministerio Público.
Los grupos campesinos reclamaban las tierras argumentando que le fueron vendidas a la Standard de manera dolosa, sin embargo, el juez, al analizar los documentos de compra venta que presentó la Standard, determinó que le asistía la ley y son los legítimos dueños.
La invasión de las fincas generó pérdidas de alrededor de 5 millones de lempiras diarios a la empresa Santa Inés, ya que les impedían sacar el banano, el cual es exportado a Estados Unidos. Además, unos mil empleados estaban a punto de perder sus puestos de trabajo debido a que con la toma de las fincas no podían ingresar a laborar.
