Las presiones por las cuales atraviesan las autoridades del Centro Universitario Regional del Litoral Atlántico, Curla, desprendidas de un informe de técnicos en salud ambiental, han obligado a que se trabaje aceleradamente para atender las recomendaciones y evitar un posible cierre.
La vicerrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Rutila Calderón, dijo ayer en el Curla que una comisión busca atender problemáticas de orden académico, infraestructural y administrativo.
La comitiva detectó cuatro grandes problemas en el centro, entre ellos la infraestructura y las instalaciones sanitarias, lo cual ha tenido como respuestas la inversión de 500 mil lempiras como parte de un plan de emergencias.
'Esto se ha hecho en lo que va de las últimas dos semanas, adicional a ello hay dos procesos de licitación para los techos y sus soportes, así como para la parte de arte y deportes', dijo la vicerrectora.
¿Qué se ha hecho?
Hasta ahora los avances en obras incluyen la iluminación de techos, drenajes de aguas negras y colocación de telas metálicas y celosías en los edificios uno y dos, así como en el área de economía agrícola.
Se instalaron 26 servicios sanitarios y dos fosas sépticas en manejo forestal, se repararon los techos y se procedió a pintar el edificio, sólo falta hacer cotizaciones para iluminación interna de las aulas.
A juicio de la comisión, el tema del cierre queda fuera de agenda. 'La meta es superar el riesgo de un cierre por razones de insalubridad', puntualizó.
Inversión total
En la actualidad, los laboratorios del Curla están cerrados debido a mejoras internas, además se hacen limpiezas en paredes de los edificios para que luego sean pintados.
La directora del Curla, Carmen Milla, dijo que las necesidades del centro, sin incluir infraestructura, ascienden a unos 10 millones de lempiras, sin considerar techos y deportes, que sumarían 6 millones más.
'Creo que para dejar la institución bien necesitaríamos unos 20 millones de lempiras', estimó.