San Pedro Sula, Honduras.
A sus 29 años, Juan Alejandro Serrano Rivera ha logrado exitosamente involucrarse en las tareas cotidianas de su familia, logrando sobresalir a pesar de la dificultad de coordinación del movimiento de su cuerpo generado por padecer de hemiparesia.
Esta es una condición neurológica causada por una lesión en el cerebro que recibió al momento de su nacimiento.
“A la hora de nacer me lo extrajeron con fuerza, ya que no podía parirlo normal, y se le quebró el sostén encefálico. El oxígeno no llega tiempo a su cerebro y no permite que se desarrolle normalmente”, contó Ana Serrano, madre del joven y a la vez una de las fundadoras del Centro de Rendimiento de Educación Especial (Cree).
En el centro atienden a personas con trastornos de autismo, lenguaje y comunicación. Esta semana se celebró el Día Internacional del Síndrome de Asperger, que es un trastorno del espectro autista que suele ser menos grave.
En Juan Alejandro, el problema más grave es la coordinación de su cuerpo, sin embargo, con terapia física logró caminar a los diez años de edad, representando un avance muy importante.
“Escucha y entiende bien, además de que no me convulsiona, lo cual es básico para salir adelante”, destacó su madre.
Al joven le gusta jugar fútbol y ayuda a las actividades del hogar.
Una alternativa
Ana Serrano contó que hace más de 15 años decidió fundar el Cree, luego de que la institución donde llevaba a su hijo cerró por fuerza mayor.
Junto con varios padres de familia que tenían hijos que requerían de educación especial decidió tocar varias puertas y encontrar en Caritas de Honduras el apoyo para conformar el proyecto de forma legal, mientras que la parte económica la obtuvieron a través de donaciones.
“Hemos crecido con nuevos métodos. Tenemos 25 alumnos, pero queremos crecer más para un servicio de calidad”, agregó.
Ligia Castro, directora del centro, resumió que la perspectiva de la institución es la educación integral de los niños con trastornos en su desarrollo. Cada niño es evaluado y se le hace un programa de acuerdo con sus necesidades, orientado para que logre mayor comunicación.
En el centro trabajan para obtener fondos económicos, pues necesitan más de dos millones de lempiras para la construcción de un auditorio, gimnasio, espacio abierto para terapia física y un área recreativa para esparcimiento de los alumnos.
A sus 29 años, Juan Alejandro Serrano Rivera ha logrado exitosamente involucrarse en las tareas cotidianas de su familia, logrando sobresalir a pesar de la dificultad de coordinación del movimiento de su cuerpo generado por padecer de hemiparesia.
Esta es una condición neurológica causada por una lesión en el cerebro que recibió al momento de su nacimiento.
“A la hora de nacer me lo extrajeron con fuerza, ya que no podía parirlo normal, y se le quebró el sostén encefálico. El oxígeno no llega tiempo a su cerebro y no permite que se desarrolle normalmente”, contó Ana Serrano, madre del joven y a la vez una de las fundadoras del Centro de Rendimiento de Educación Especial (Cree).
En el centro atienden a personas con trastornos de autismo, lenguaje y comunicación. Esta semana se celebró el Día Internacional del Síndrome de Asperger, que es un trastorno del espectro autista que suele ser menos grave.
En Juan Alejandro, el problema más grave es la coordinación de su cuerpo, sin embargo, con terapia física logró caminar a los diez años de edad, representando un avance muy importante.
“Escucha y entiende bien, además de que no me convulsiona, lo cual es básico para salir adelante”, destacó su madre.
Al joven le gusta jugar fútbol y ayuda a las actividades del hogar.
Una alternativa
Ana Serrano contó que hace más de 15 años decidió fundar el Cree, luego de que la institución donde llevaba a su hijo cerró por fuerza mayor.
Junto con varios padres de familia que tenían hijos que requerían de educación especial decidió tocar varias puertas y encontrar en Caritas de Honduras el apoyo para conformar el proyecto de forma legal, mientras que la parte económica la obtuvieron a través de donaciones.
“Hemos crecido con nuevos métodos. Tenemos 25 alumnos, pero queremos crecer más para un servicio de calidad”, agregó.
Ligia Castro, directora del centro, resumió que la perspectiva de la institución es la educación integral de los niños con trastornos en su desarrollo. Cada niño es evaluado y se le hace un programa de acuerdo con sus necesidades, orientado para que logre mayor comunicación.
En el centro trabajan para obtener fondos económicos, pues necesitan más de dos millones de lempiras para la construcción de un auditorio, gimnasio, espacio abierto para terapia física y un área recreativa para esparcimiento de los alumnos.
