05/12/2025
04:23 PM

Con aporte de los padres sostienen escuela para niños con retos especiales

San Pedro Sula, Honduras.

“No creo que haya ninguna necesidad más grande en la niñez que la de la protección de un padre”, dijo Sigmund Freud, una frase que calza para definir el inquebrantable amor que los padres de familia sienten por los niños del Centro de Rendimiento Educativo Especial (Creer).

La escuela tiene 14 años de servir a pacientes con lesiones cerebrales, autismo, síndrome de Down, microcefalia, entre otros. Sin embargo, la institución “sobrevive” con los pocos aportes que dan los padres de familia de los 20 niños y adolescentes; muchos de ellos incluso son apadrinados por las empresas donde trabajan sus progenitores.

“Sobrevivir con eso es muy difícil. Durante 12 años fuimos proyecto de la Iglesia Católica, por eso nos cedieron este terreno (en la colonia Los Álamos), pero nos pidieron que tuviéramos nuestra propia personalidad jurídica”, explica Ligia Castro, directora del Creer, quien agrega que ahora les han solicitado el terreno y están en proceso de encontrar un nuevo espacio.

Foto: La Prensa

Rebecka Sofía Nuila (9) es una paciente con microcefalia y una de las menores que asiste a fundación Creer.
La escuela empezó atendiendo a cerca de 40 personas, pero se dieron cuenta de que cada paciente es un caso diferente y que necesita de atención especial y personalizada. “El maestro no tiene capacidad de atender tanto niño, ya que quizá pueda atender 20 niños y la mitad de ellos puedan ir al ritmo y el resto de ellos se pierdan en el camino”, detalla Castro.

Con gran experiencia a cuestas, Creer puede ser un brazo aliado del sistema de salud público ante la cantidad de casos de bebés con microcefalia vinculados al zika.

La directora explica que la atención para estos menores debe ser inmediata para que comiencen un trabajo de reeducación cerebral y gocen de una mejor calidad de vida.

La oportunidad de apoyar a Creer está agendada para el 27 de agosto con el Bazar del Color, Sabor y Textura.