A casi cuatro años del terremoto que destruyó la red de agua de la aldea El Socorro, al sur de El Progreso, sus habitantes aún no tienen un nuevo proyecto, obligándolos a consumir agua contaminada de pozos artesanales y del río Ulúa.
El sismo del 28 de mayo de 2009 derribó el tanque de almacenamiento y la red de agua de esa zona. Desde esa fecha, los dirigentes de esa comunidad y otras que carecen de agua potable han buscado apoyo ante el Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Sanaa), hasta la fecha no tienen nada.
Juana Bueso, habitante de El Socorro, dijo que ya están cansados de consumir líquido de mala calidad que sigue provocando enfermedades en la población, en especial los niños.
Al igual que ella, urgen al Sanaa y a la misma Alcaldía les agilicen la obra para proteger a la población. Hace unas semanas, las autoridades del Sanaa informaron que el proyecto está próximo a comenzar y que será financiado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Ante la necesidad, las 140 familias que habitan el sector han perforado pozos para adquirir ese recurso, otros se trasladan al Ulúa para bañarse.