Como si fuera una tabla de salvación, Heliberto Chi, el hondureño recluido en el pabellón de la muerte en Livingston, Texas, espera ansioso la llegada de los periodistas, a modo de espantar la sentencia que pende sobre sus espaldas.
Así lo expresó el viernes su madre Mirna Aceituno, en entrevista telefónica con LA PRENSA: 'Mañana sábado voy para la cárcel porque desde que le pusieron fecha no lo he visto'.
A pesar de que sólo quedan 38 días para el cumplimiento de la ejecución por inyección letal, la madre de Chi hablaba con calma, con mucha esperanza en sus palabras de que algo sucederá en el transcurso de estos días que demorará por más tiempo el cumplimiento de la condena o, quizás, la clemencia a cambio de cadena perpetua.
'Me dijeron que el 7 de julio le ponen un nuevo abogado; desde el 3 de junio, cuando comenzaron de nuevo las ejecuciones, como tres se han salvado, pero porque han puesto abogados y han logrado que se suspendan las ejecuciones. Por eso tengo un poco de esperanza por mi hijo de que tenga la oportunidad de un nuevo juicio', expresó Aceituno.
'En la última conversación que tuvimos, él me preguntó: Mamá ¿qué pasa con los periodistas, por qué no vienen, qué pasa con Honduras?'
En los próximos días, el director de asuntos consulares Ramón Valladares arribará a Houston para conocer más del caso Chi. Además, la señora Aceituno explicó que un hermano suyo se había entrevistado con Valladares en Tegucigalpa y éste le confió que el presidente Zelaya sigue con interés en el caso y había otorgado una partida de 15 mil dólares para pagar el abogado que defenderá a Chi.
Pero el sentenciado se encuentra solo, 'una vez que vengan de cancillería y contraten al abogado, puedo decir que mi hijo tiene apoyo. Ahorita no puedo decir nada de eso.
Me dijeron que el 7 de julio vendrían', expresó Aceituno.
Ella se encuentra en Estados Unidos desde el 19 de febrero, cuando la embajada le concedió la visa correspondiente. Vive en Dallas, Texas, con su hermana, que se encarga de sufragar los gastos de su estadía.
Reveló que su permiso vence el 17 de agosto, una semana después de la fecha prevista para la ejecución de su hijo; no obstante, agregó que ya tiene la solicitud para una ampliación de ese permiso, 'por cualquier cosa que pueda suceder'.
La vida de los Chi Aceituno cambió desde el momento que fueron avisados de la sentencia de muerte para su hijo en 2001 por cargos de asesinato y asalto.
A los internos en el pasillo de la muerte se les prohíbe cualquier tipo de contacto con familiares, abrazos o saludo de manos. Las visitas se realizan en sesiones vigiladas por personal de la prisión.
Hace diez años, otro hondureño fue ejecutado en Phoenix, Arizona, y hay otros tres en la misma situación de Chi.
Sentenciado
En corredor de la muerte
Heliberto Chi está en la prisión de Polunsky Unit de Livingston desde noviembre de 2002, luego de ser detenido en Los Ángeles.
Otros también en espera
Entre condenados a muerte por homicidios en Estados Unidos figuran otros tres hondureños, Denis Zelaya, Johnny Morales y Edgardo Cubas.
