San Pedro Sula, Honduras.
Unas 60 familias sampedranas víctimas de la violencia intrafamiliar han encontrado en la Casa Refugio una esperanza y consuelo.
La Casa Refugio es atendida por la Municipalidad sampedrana y el año anterior se brindó protección, asistencia legal, social y sicológica.
Rosario Castillo, gerente municipal, dice que generalmente una mujer víctima de violencia nunca viene sola, sino que siempre es acompañada por dos, tres y más hijos, por eso la atención que se brinda es al núcleo familiar.
“Tratamos de brindarles el mayor apoyo posible, un hospedaje digno, alimentación, asistencia médica, capacitaciones y todo lo que necesitan para el restablecimiento de la confianza en sí mismas”, aseguró.
La Casa Refugio ofrece a las mujeres afectadas una oportunidad para recuperarse del maltrato sufrido, aprender un oficio y convertirse en emprendedoras capaces de sacar adelante sus hogares, detalló la gerente.
Varias organizaciones han conocido el trabajo que se hace en este sitio y una de ellas es el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Ellos visitaron nuevamente el refugio pero para entregar una donación valorada en más de 15 mil lempiras.
Consiste en ventiladores de techo, ropa de cama y utensilios de cocina como juegos de ollas y vajillas.
Lo recibimos con humildad y agradeciendo a Acnur por la confianza mostrada en la Municipalidad de San Pedro Sula y en su esmero y trabajo en procura de la seguridad y el bienestar de las mujeres y sus hijos, dijo la vicealcaldesa Lilia Umaña.
Algunas de las mujeres que han sido beneficiadas manifiestan que el acompañamiento es positivo sobre todo porque va dirigido a mantener la unión familiar.
Unas 60 familias sampedranas víctimas de la violencia intrafamiliar han encontrado en la Casa Refugio una esperanza y consuelo.
La Casa Refugio es atendida por la Municipalidad sampedrana y el año anterior se brindó protección, asistencia legal, social y sicológica.
Rosario Castillo, gerente municipal, dice que generalmente una mujer víctima de violencia nunca viene sola, sino que siempre es acompañada por dos, tres y más hijos, por eso la atención que se brinda es al núcleo familiar.
“Tratamos de brindarles el mayor apoyo posible, un hospedaje digno, alimentación, asistencia médica, capacitaciones y todo lo que necesitan para el restablecimiento de la confianza en sí mismas”, aseguró.
La Casa Refugio ofrece a las mujeres afectadas una oportunidad para recuperarse del maltrato sufrido, aprender un oficio y convertirse en emprendedoras capaces de sacar adelante sus hogares, detalló la gerente.
Varias organizaciones han conocido el trabajo que se hace en este sitio y una de ellas es el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Ellos visitaron nuevamente el refugio pero para entregar una donación valorada en más de 15 mil lempiras.
Consiste en ventiladores de techo, ropa de cama y utensilios de cocina como juegos de ollas y vajillas.
Lo recibimos con humildad y agradeciendo a Acnur por la confianza mostrada en la Municipalidad de San Pedro Sula y en su esmero y trabajo en procura de la seguridad y el bienestar de las mujeres y sus hijos, dijo la vicealcaldesa Lilia Umaña.
Algunas de las mujeres que han sido beneficiadas manifiestan que el acompañamiento es positivo sobre todo porque va dirigido a mantener la unión familiar.