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Carlos Mauricio Flores recibe hoy el premio Álvaro Contreras

  • 24 mayo 2016 /

Tegucigalpa, Honduras.

Ético, responsable y de valores innegociables, así es Carlos Mauricio Flores, director ejecutivo de diario El Heraldo, quien hoy recibe el premio Álvaro Contreras que cada año otorga a profesionales de impecable trayectoria el Colegio de Periodistas de Honduras (CPH).

Flores, un hombre de carácter e ideales arraigados, tiene 49 años de edad, de los cuales lleva 28 en el ejercicio del periodismo.

Para saber
El premio Álvaro Contreras fue establecido por Decreto 341, emitido por el Congreso. Hoy los periodistas celebran esta noble profesión.


Nació un 10 de octubre en el hospital San Felipe. Sus primeros años de infancia los vivió en la capital, pero posteriormente su madre Liduvina Flores decidió regresar a San Lorenzo, Valle, adonde ella había vivido.

Flores llegó a la cima del periodismo, sin olvidar cómo subió. Esa travesía, marcada por las penurias, la alegría y la convicción del triunfo, reforzaron su anhelo de luchar por una Honduras digna para todos.

Quienes conocen a Carlos Mauricio aseguran que de niño fue travieso, se lanzaba al mar con todo y ropa, le encantaba andar por los manglares y se le perdía constantemente a su madre.

Otra faceta que destaca en su niñez es la de atleta. Formó parte de la selección de San Lorenzo.

A pesar que gozaba del amor materno y de pocas preocupaciones, la vida no le era fácil. El ser el primer hijo de cuatro le implicó una gran responsabilidad con sus tres hermanas y su hermano, a quienes no solo lideró, sino que cuidó mientras su madre salía a trabajar.

La sencillez, el bajo perfil, la honestidad y el anhelo de ayudar a construir una Honduras mejor han forjado los 28 años de carrera de Carlos Mauricio Flores.
Maestro

En enero de 1983 toda la familia se trasladó a Tegucigalpa. Así que fue matriculado en la Escuela Normal Mixta Pedro Nufio, por días andaba los 20 centavos para el transporte y por días no, pero él no tenía en mente rendirse, la docencia lo atraía.

Ceremonia
La entrega del premio Álvaro Contreras se realizará en auditorio del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) a las 10:00 am.


En la Normal vivió su segunda etapa de atleta, bajo la dirección del profesor Tito Castillo (fallecido). Fue aquí donde conoció a dos grandes amigos, Daniel García y Ángel Augusto Acosta.

Se graduó de maestro de educación primaria en 1985, culminando con éxito la primera etapa de formación para la vida. Su siguiente reto fue el estudiar Periodismo, sin imaginar que esta carrera le marcaría el ritmo de su destino.

En 1986 ingresó a la Escuela de Periodismo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah) conformando un grupo con German Henry del Cid, Rómulo Matamoros, José Adán Castellar, Octavio Carbajal, Carlos Andino, Edwin Romero, a quienes el entonces director de la Escuela de Periodismo le puso el mote de Los Menudos.

Pero no solo conformó su inseparable grupo de amigos, también conoció a quien ahora es su esposa, Rosalina Castro -se la presentó German Henry del Cid- con quien se casó en la Iglesia Santiago de Yoro, Yoro, el 27 de abril de 1990. Antes de tener a sus hijos fue olimpista, pero la influencia de uno de sus dos pequeños lo llevó a las huestes azules del Motagua.

Foto: La Prensa

Su graduación como maestro.
Trayectoria profesional

Su fuerte en el periodismo siempre fue la prensa escrita. Desde sus inicios - en enero de 1989- comenzó a marcar la diferencia en una profesión que requiere de principios sólidos para evitar la tentación de la corrupción y el poder. Su postura y su visión incomodó a más de un político.

En 1997 tuvo un paso rápido por la televisión.

En septiembre de 1998 es contratado por El Heraldo como editor de una sección de periodismo de servicio, periodismo utilitario.

En 2010, después de pasar por varios puestos, comenzando como editor, jefe de redacción y subdirector, asume como director ejecutivo.

Aún en ese agitado ambiente de la sala de redacción de El Heraldo, adonde muchas veces hace falta tiempo para compartir, escribir y marcar la historia, Carlos Mauricio siempre ha hecho espacio para reunirse con sus compañeros y contarles momentos de su niñez, evocando aquellas escapadas del estricto control materno para ir a zambullirse en las aguas del Pacífico, o para ir de pesca y caza por playones y manglares.

Foto: La Prensa

Su graduación como licenciado en Periodismo.