En los 60, 70 y 80, el crecimiento de San Pedro Sula fue increíble. En ese entonces era una de las tres ciudades que más se desarrollaban en América Latina. Treinta años después, la capital industrial comienza a dar los pasos para recuperar el esplendor de antaño.
“Es un plan de 20 años con revisiones cada 5 años porque se toman en cuenta los cambios que pueden experimentar el municipio o el país”, dice la arquitecta Carlota Valladares, coordinadora del plan de desarrollo municipal con enfoque en ordenamiento territorial para San Pedro Sula.
Valladares dice que desde hace meses se está trabajando en el plan y la meta es tener un municipio competitivo y sostenible. Considera que San Pedro Sula llevaba un crecimiento basado en la planificación, pero se fue descuidando y retomar ese proceso necesita mucho esfuerzo y tiempo.
“El cambio no se verá de la noche a la mañana y hay que ser consciente de que ese cambio es un esfuerzo de todos”.
La arquitecta, quien elaboró el diagnóstico de la ciudad, detalla que para salir de ese bache se necesita una buena gestión administrativa y financiera, trabajar por la inclusión social y la seguridad ciudadana, hacer habitables los barrios, rescatar los espacios de convivencia y las áreas verdes. Además posicionar a San Pedro Sula no solo dentro del país, trabajar por una coordinación metropolitana y promover espacios de diálogo permanente entre la comunidad y las autoridades.
Para la especialista en desarrollo urbano, más que un modelo, lo que garantiza un cambio positivo en la ciudad es la actitud y la participación organizada de todos.
La profesional resalta los aspectos positivos de la ciudad, como su capital humano. Otro aspecto es que San Pedro Sula tiene capacidad de atraer y retener inversiones.
“Esta ciudad cuenta con un trazo urbano definido desde su inicio, que con el tiempo se ha ido perdiendo, pero que con la implementación de la zonificación aprobada el año pasado se busca rescatar, además del interés de todos los sectores en trabajar por una San Pedro Sula verde, poniendo de manifiesto el conocimiento de su patrimonio natural, como el trabajo que se plantea para conservar El Merendón, un gran potencial turístico y cultural”.
Valladares dice que el plan de desarrollo municipal es un instrumento de gestión que le facilita al gobierno local la toma de decisiones, pues en este plan se identifican proyectos, obras y acciones que se ejecutarán en desarrollo urbano, vialidad, transporte, infraestructura, equipamiento, protección y conservación del medio ambiente, entre otras acciones y proyectos.
El ingeniero José Francisco Saybe opina que se necesita urgentemente un nuevo plan regulador de la ciudad.
“Es preocupante que, desde hace 40 años, el único plan regulador que hemos tenido, aunque haya funcionado adecuadamente varios años, siga siendo el mismo, cuando el mundo ha cambiado tanto y cuando algunos de los criterios que sirvieron de base para dicho plan ya son obsoletos”.
Saybe dice que San Pedro Sula tiene que cambiar su rumbo en 180 grados. “No debemos dejar de ser un ejemplo de ciudad importante a escala centroamericana”.
Recientemente, el Consejo para el Desarrollo de San Pedro Sula desarrolló un foro vial en el que participaron destacadas personalidades de la ciudad.
Allí se analizaron los problemas de la ciudad y las 46 soluciones de los atrasos en vialidad e infraestructura.
Se dijo que se necesitan 500 millones de dólares para ejecutarlas, pero eso será únicamente con posibles fuentes de financiamiento internacional y con fuentes de repago que ya se identificaron.
El Consejo dice, entre sus recomendaciones, que es de suma importancia que la Municipalidad elabore un nuevo plan maestro de desarrollo de la ciudad porque el actual fue elaborado hace 40 años y está atrasado.
El presidente del Consejo de Desarrollo, Rubén Lozano, dice que se debe hacer un esfuerzo conjunto para sacar a la ciudad del atraso.
“Contamos con gente capacitada, empresas que quieren invertir y se han identificado posibles fuentes de financiamiento que la Municipalidad deberá buscar, como préstamos directos con organismos internacionales o banca privada y la utilización del esquema de alianzas público-privadas”.
Lozano dice que las soluciones que se busquen deben ser integrales con la movilidad urbana y no solo la mejora y construcción en la red vial. “Debemos partir de una visión global para una ciudad sostenible a largo plazo”, enfatizó.
El expresidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés, Luis Larach, dice que la ciudad tiene potencial y lo más importante es que hay personas capaces. “Lo que debe existir es voluntad política”.
“Se debe dar continuidad a los proyectos”
Una comitiva de profesionales sampedranos viajó a la ciudad brasileña de Curitiba con el afán de conocer el modelo que adoptaron en ese lugar para ser un sitio de referencia. El grupo de sampedranos regresó “con los ojos bien abiertos” y con la decisión de cambiar a San Pedro Sula.
El superintendente de Obras Públicas, Fredy Fugón, fue parte de esa comitiva y dice que en esa ciudad planificaron esos proyectos y todas las administraciones les han dando seguimiento. “Esa es una enseñanza que debemos aprender porque no lo hemos hecho. Acá no se continúa lo que una administración proyecta”.
El funcionario dice que las cosas hechas en Curitiba se pueden desarrollar porque se tiene ya un control de inundaciones muy bueno con tres canales importantes que ayudan a drenar, hay zonas de amortiguamiento establecidas y una red de sistema pluvial que ha funcionado porque se le ha dado mantenimiento.
Fugón opina que en aspectos como la recolección y el manejo de la basura se debe aprender mucho.
Valle de Sula, aún sin librarse del Canal Seco
La propuesta del librar al Valle de Sula del tráfico que dejará el Canal Seco sigue sin definirse. La última propuesta es iniciativa del municipio de La Lima: proponen la ruta que antes utilizaba la compañía bananera para sacar su fruta a Puerto Cortés.
El tramo iniciaría entre Villanueva y Pimienta, llegaría a La Lima pasando por el este de Villanueva y oeste de San Manuel y saldría a la altura de El Porvenir hasta conectar con el bulevar a El Progreso. Se desviaría a la altura de La Samaritana, seguiría por la línea férrea hasta Baracoa para conectarse con el bulevar del norte hasta llegar a Puerto Cortés. El alcalde Juan Carlos Zúniga dijo que el personal encargado recorrió la zona y se está socializando.
“Tendrán que elaborar un estudio de prefactibilidad y construir el libramiento definitivo de la zona”.
Indicó que se deben proteger los cascos urbanos y, según las explicaciones, en la última ruta presentada hay ventajas y se tienen que considerar.
“Consideramos que se disminuirían algunos costos en la obra”.