El conservador Felipe Calderón fue investido hoy como presidente de México en la Cámara de Diputados, en una ceremonia fugaz y cargada de tensión por los intentos infructuosos de los legisladores de izquierda de boicotearla.
Hasta el último momento se especuló sobre la posibilidad de que el mandatario entrante y el saliente, Vicente Fox, no realizaran la transmisión de mando en el Palacio de San Lázaro.
Especialmente porque la pasada medianoche, en la residencia presidencial de Los Pinos, Calderón asumió el poder en un inédito acto, argumentando que la Constitución sugiere que su gestión, de seis años, comenzó en el primer segundo de la jornada.
Los mandatarios y personalidades extranjeras invitadas a la investidura estuvieron cerca de no asistir al Congreso, según varias fuentes de las 117 delegaciones presentes, aunque finalmente llegaron a la Cámara de Diputados.
Entre las figuras foráneas destacaron el Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón; el ex presidente de EUA George Bush, padre del actual, el colombiano Alvaro Uribe y varios gobernantes centroamericanos.
En la ceremonia, que comenzó con diecisiete minutos de retraso y que registró nuevos conatos de violencia, Calderón surgió como por arte de magia de un lateral de la tribuna, resguardado por sus guardaespaldas.
Segundos después lo hizo Fox, en una operación que debió de requerir de una gran coordinación y precisión entre la seguridad de ambos, camuflada con traje y corbata.
Mientras, el ex candidato del PRD Andrés Manuel López Obrador presidía una multitudinaria concentración con sus seguidores en el céntrico Zócalo (plaza principal) capitalino, a pocas manzanas del Congreso, que precedió a una manifestación por el Paseo de la Reforma, una de las principales arterias de la capital mexicana.
López Obrador, que perdió las elecciones generales del pasado 2 de julio por una ínfima diferencia de votos, ha denunciado un fraude en la votación, lidera desde entonces un 'movimiento de resistencia civil pacífica' y hace dos semanas se autoproclamó 'presidente legítimo' del país en un acto popular.
Tras el acto solemne, Calderón participó junto a sus simpatizantes y colaboradores en un emotivo acto en el Auditorio Nacional, cerca de la residencia presidencial.
Calderon junto al ex presidente Fox.
Calderón entró al auditorio acompañado de su esposa, Margarita Zavala, y de sus tres hijos, que lo dejaron solo para pronunciar un discurso de media hora en el que expuso las líneas maestras de su mandato.
Reconoció 'el patriotismo y la convicción democrática' de los parlamentarios, tanto del oficialismo como de la oposición, y se comprometió a gobernar para todos los mexicanos, independientemente de las diferencias que mantiene con la oposición, que no minimizó.
'Sé de la complejidad de las circunstancias en que estoy asumiendo el Gobierno de México. Sin embargo estoy habituado a enfrentar y superar todos los obstáculos', advirtió, al reiterar su apertura al diálogo con todas las fuerzas políticas pero también que hará respetar la ley.
Entre las metas que se impuso, subrayó la necesidad de reducir la delincuencia y hacer frente al crimen organizado, que este año ha causado 2.000 asesinatos y 8.000 en el sexenio de Fox.
Para ello instruyó a la Procuraduría (fiscalía) General de la República y al gabinete ministerial de seguridad a que en tres meses presenten un programa para renovar los órganos de justicia, ordenar y fortalecer a la policía y crear un moderno sistema de información criminal.
Apeló al 'coraje' de la gente a hacer de México 'un país ganador que mira hacia adelante' y prometió rebajar la tasa de desempleo para evitar que sus compatriotas emigren a EUA, país al que sugirió que invierta en México para frenar la diáspora.
La necesidad de reformar las leyes electorales para evitar situaciones como la vivida en los últimos meses, la revisión a la baja de los salarios gubernamentales, la mejora del acceso a la salud y a la educación, y el fomento de la micro, pequeña y mediana empresa fueron otros de sus compromisos.
Después de la alocución, Calderón se dirigió al Campo Marte, una instalación militar cercana en la que recibió el reconocimiento del Alto Mando de las Fuerzas Armadas mexicanas
Primera actualización a las 10.16 am de hoy viernes
En medio de abucheos Calderón presta juramento como presidente
El conservador Felipe Calderón prestó este viernes juramento como presidente de México en el Congreso federal en medio de los abucheos de la izquierda y los vítores de sus seguidores del Partido de Acción Nacional (PAN, derecha).
'Juro desempeñar el cargo con honor y lealtad', dijo Calderón con su brazo derecho extendido, en una breve y accidentada sesión legislativa, donde minutos antes diputados de la izquierda y del PAN se tomaron a golpes por el intento de los opositores de impedir la ceremonia de investidura.
Tras la jura, el flamante presidente se retiró rápidamente, acompañado por una fuerte custodia, del Congreso donde estuvo apenas tres minutos.
La ceremonia duró cinco minutos entre los abucheos de los legisladores de la izquierda del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el grito de 'México, México' de los legisladores del PAN.
Nota del día
Hoy asume Felipe Calderón
El conservador Felipe Calderón se convertirá hoy en el presidente número 65 de México, en una ceremonia solemne en el Congreso mexicano amenazada por un posible boicot de la izquierda.
Existe, sin embargo, la incertidumbre de si Calderón podrá tomar posesión en ese lugar, ya que la tribuna del Congreso se encuentra desde el martes ocupada por diputados de izquierda que quieren impedir el acto y conservadores que pretenden defender la investidura.
A la ceremonia han sido invitados 89 mandatarios de todo el mundo, entre los que se encuentra el príncipe heredero de España, Felipe de Borbón, dijeron fuentes del equipo de transición.
“Hasta ahora han confirmado su presencia unos 14 jefes de estado, aunque la lista no se ha cerrado, debido a que algunos países hasta ayer no confirmaban”, indicaron las fuentes. Al acto se han acreditado más de 1,700 periodistas.
Junto a su esposa Margarita Zavala y sus hijos.
Calderón, el segundo presidente salido del conservador Partido Acción Nacional, PAN, deberá recibir la banda presidencial de manos del mandatario saliente Vicente Fox en una ceremonia en el Congreso mexicano, ante la presencia de los representantes de los tres poderes y de los invitados.
No obstante, los legisladores del izquierdista Frente Amplio Progresista, FAP, integrado por el Partido de la Revolución Democrática, PRD, Partido del Trabajo, PT, y Convergencia, amenazaron con impedir la toma de posesión por considerar que su triunfo el pasado 2 de julio fue resultado de un fraude.
Los parlamentarios de izquierda realizaron un ensayo previo de boicot el pasado 1 de septiembre cuando impidieron a Vicente Fox la lectura del VI Informe de Gobierno en el Congreso.
Ante las amenazas y presiones, las diferentes fracciones parlamentarias han buscado en los últimos días diversos acuerdos para lograr una investidura sin sobresaltos y dentro del orden, pero sin éxito alguno.
Aunque cuenta con el apoyo del Estado, diversos analistas han augurado fricciones en el arranque de la administración de Calderón, quien deberá tejer las alianzas que le den sustento y respaldo popular a su gobierno.
Transición
El equipo de transición prevé que se logre desarrollar una ceremonia normal y protocolaria, sin novedades ni improvisaciones ni referencias religiosas, con un discurso dentro de las formas republicanas.
Vicente Fox, quien arrebató la presidencia al Partido Revolucionario Institucional, PRI tras más de siete décadas en el poder, se convirtió en 2000 en el primer presidente de la alternancia.
Para diferenciar su gobierno del anterior régimen, Fox comenzó con un discurso de toma de posesión con un saludo a sus hijos fuera del protocolo.
A diferencia de Fox, Calderón llega a la presidencia con un país completamente dividido y polarizado, en el que su principal contrincante, Andrés Manuel López Obrador, que ha sido proclamado “presidente legítimo” por sus seguidores, ha prometido mantener una presión constante.
Calderón se convertirá en presidente constitucional por decisión del tribunal electoral, que constató una mínima ventaja de apenas medio punto porcentual de la votación total, equivalente a unos 233 mil votos, y que supone el respaldo de unos 15 millones de personas.
Tras la toma de posesión prevista en el Congreso, Calderón hará una intervención en el Auditorio Nacional.