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Cadetes, guardianes de Francisco Morazán

  • Actualizado: 07 septiembre 2009 /

Los guardianes de Morazán con su característica de hombres con rostros serios, uniformes de gala y los símbolos patrios los convierte en centinelas de esta amada Honduras.

    Los guardianes de Morazán con su característica de hombres con rostros serios, uniformes de gala en que se puede apreciar la disciplina y el respecto por los próceres y los símbolos patrios los convierte en centinelas de esta amada Honduras.

    Son personas comunes y corrientes con la diferencia de que con recibir un estrenamiento militar así como en aquella epoca lo hiciera El Paladín Centroamericano y ex presidente Francisco Morazán quien dio una trayectoria que encarnó el ideal unionista centroamericano, además, es considerado uno de los jefes militares más importantes en la historia de Centroamérica. Es un ejemplo a seguir de estos cadetes hondureños.

    Son hondureños que dejan sus hogares desde tierra a dentro; otros renuncian a la diversión que puede ofrecer una vida civil. En la mayoría de los casos dejan sus relaciones sentimentales para someterse a la disciplina de la Academia Militar de Honduras General Francisco Morazán, que la convierten en su segundo hogar, donde alcanzarán las metas y objetivos trazados por cada uno de ellos.

    En busca de la excelencia.

    La Academia Militar de Honduras cuenta con un estimado de 250 cadetes. Dentro de este reconocido grupo destacan doce mujeres.

    Cada uno de los seleccionados al momento de hacer guardia frente la estatua del Paladín Centroamericano deberán cumplir una condición física valorada en un 100 por cierto.

    El teniente de caballería Edgardo Zepeda expresa que los aspirante a cadetes deberán ser sometidos a varias preparaciones físicas y psicológicas.

    “Tenemos que llevar en un buen control para nuestros estudiantes, ya que al momento de montar guardia, ellos no pueden restarle importancia a la parte emocional, pues los turnos van de tres a seis horas luciendo un espectacular traje negro y azul, el cual es denominado traje de parada”, explicó Zepeda, jefe del departamento de Asunto Civiles de la Academia Militar.

    Para estos jóvenes, la conformación de su traje siempre debe estar impecable.

    La preparación del mismo conlleva tan sólo unos cuantos minutos: una camisa negra con chatarreras azules, un chaco azul fijado en la barbilla - el cual le cumbre la cabeza - los aguantes blancos, sin dejar pasar por alto el fusil modelo Garand M1, arma utilizada para desfilar y prestar guardia.