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Cada semana se registran 150 casos

  • 15 julio 2013 /

A la semana número 26, que comprende del 23 al 29 de junio, se reportan 9,344 enfermos.

La enfermedad del dengue no ha podido ser controlada. Cerca de 150 nuevos casos se reportan cada semana.

Con el inicio de la temporada lluviosa, la proliferación del zancudo Aedes aegypti toma más fuerza y amenaza la vida de unos dos millones de hondureños que presentan condiciones más vulnerables a esta epidemia.

Según datos del boletín de enfermedades de notificación obligatoria de la Secretaría de Salud, a la semana número 26, que comprende del 23 al 29 de junio, se registran 9,344 casos acumulados de dengue no grave (clásico), que al compararlos con los 2,714 de la misma semana de 2012 reflejan un aumento de 6,630 pacientes.

En los casos de dengue grave también persiste el incremento: a la misma semana número 26 se reportan 1,558 contagiados versus 468 registrados a la misma fecha de 2012. Este aumento no solo se refleja al comparar las cifras de este año con el anterior, sino al detallar los enfermos nuevos reportados cada semana.

Para el caso, en la semana epidemiológica número 26 de este año hubo 958 pacientes de dengue no grave, mientras que en la semana anterior (25) se reportaron 770, es decir que el rango de incremento fue de 188 enfermos.

También se observa un aumento importante al comparar las cifras de la semana número 24 con 781 casos de dengue y la semana número 23 con 530 pacientes.

Según los expertos, estos nuevos casos son los que se deben evitar porque más víctimas pueden sumarse a la lista de hondureños vulnerables en el país, donde se puede desatar una epidemia como la de 2010.

Ese año, Salud cerró con más de 66 mil contagiados de dengue no grave y se confirmaron 3,078 enfermos de la variedad grave o hemorrágica, de los que fallecieron 83 personas, entre ellas una mujer embarazada.

Para junio de ese año ya se habían registrado las primeras 10 víctimas mortales, los casos de dengue grave ascendían a 400 y los de dengue no grave a más de 10 mil.
Uno de los aspectos más importantes en la prevención es eliminar todos los criaderos del vector, que pueden ser llantas en desuso, latas o botellas a la intemperie y hasta cáscaras de huevo que acumulan agua.