San Pedro Sula, Honduras.
Criminales dedicados a la trata de personas utilizan perfiles falsos en Facebook y otras redes sociales para atrapar adolescentes y convertirlas en prostitutas dentro y fuera de Honduras.
Estos delincuentes no actúan solos. Detrás de una cuenta de Facebook existe una organización que involucra a la persona que administra la página y mantiene la comunicación con la potencial víctima, mensajeros, encargados de vigilancia y logística.
Carla, una joven de 17 años de un municipio cercano a San Pedro Sula, es una de las tantas que ha vivido en carne propia la amenaza y persecución montada por miembros de una organización criminal de esta índole.
Ella se convirtió en blanco de los criminales simplemente por figurar entre las amistades de Facebook de Karen, una compañera de colegio que aceptó como amigo a un sujeto desconocido.
El inicio
“Todo comenzó por el Facebook, con una amistad. Mi amiga Karen me contó que tenía un amigo con el que llevaban chateando como tres meses. Todo iba bien. Le decía cosas bonitas, hasta que un día él decidió contarle un secreto”, relató Carla (de manera escrita) desde el extranjero.
Antes de que Carla viviera la horrorosa experiencia, Karen, también de la misma edad, recibió la invitación de amistad de Miguel. Este individuo, en un principio, tenía en un su perfil una fotografía de un joven atractivo, vestido de manera formal, que aparentaba ser cristiano.
Al cabo de tres mes de mantener comunicación con Karen, Miguel le reveló la verdad. Le confesó que él era una persona mayor y que se encontraba recluido en un presidio de Honduras y, desde ahí, dirigía una banda de criminales.
Después de tratarla de manera cariñosa, Miguel, bajo amenazas, le exigía que le enviara fotografías en las cuales ella apareciera desnuda y le ordenaba que lo visitara en el presidio para tener encuentros sexuales.
“Ella le envió fotos desnuda, pero solo de la cintura para abajo. No sabemos si ella aceptó ir al presidio”, relató la madre de Carla.
Según Carla, Karen le dijo a Miguel que no podía visitarlo porque no tenía tarjeta de identidad para ingresar al presidio, sin embargo, él le indicó, en una ocasión, “que un día que ella fuera para el colegio la iban a estar esperando en una camioneta negra y que ella se tenía que subir quisiera o no”.
Miguel pasó de las amenazas virtuales a los hechos. Él envió a la colonia donde ella reside a una mujer vinculada a una mara, la que le advirtió que “tenía que complacer al patrón”.
Días después, un hombre, miembro de una mara, entró en contacto con Karen y le enunció que su jefe (Miguel) mataría a su mejor amiga (María) y, al mismo tiempo, le hizo una nueva exigencia: le pidió que llevara al presidio a Carla.
El pandillero le dijo “que yo me tenía que acostar con el patrón, que era lo único que a mí me podía salvar. Ella le respondió que iba a hablar conmigo para convencerme. Él le dijo que me dijera que me cuidara porque ya habían estado averiguando y que conocían a mi familia, y que si yo no cooperaba que me iban a matar a mí o a alguien de mi familia”, relató (de manera escrita) Carla.
Al sentirse acorralada, Carla decidió informarle a su mamá la situación que estaba atravesando, con el fin de encontrar una salida inmediata.
Carla tuvo que abandonar las clases en el colegio y en febrero anterior dejó el país, cerró las redes sociales y rompió el vínculo con su amiga Karen, quien, según ella, “por miedo”, podría seguir en contacto con el sujeto.
La madre de Carla evitó poner la denuncia formal ante el Ministerio Público, pero ella le entregó a algunos policías y a un fiscal (que conoce) copias de las conversaciones cruzadas en Facebook.
Esta madre de familia, que aún se siente aterrada, le solicitó a LA PRENSA mantener en el anonimato los nombres verdaderos de su hija, la amiga y otras muchachas que también han sido contactadas por el individuo que busca prostituirlas. “Yo quisiera que las autoridades le dieran más importancia a estos temas, quisiera que este tipo de cosas no sigan aconteciendo”, expresó la madre en una entrevista con LA PRENSA.
Prostitución
El Foro de Mujeres por la Vida advierte que en Honduras operan organizaciones criminales que se dedican a identificar mujeres para prostituirlas. Noemí Dubón, miembro de esa organización, informó que ese Foro se ha enterado de casos sobre jóvenes que han sido raptadas para prostituirlas.
Esa organización conoció el caso de una mujer a la que, por medio de una amiga y luego por WhatsApp, la contactaron para ofrecerle un trabajo en otro país.
A la joven la llevaron a Belice, y una vez en ese país la mantuvieron enclaustrada y la obligaron a ejercer la prostitución hasta que se escapó. Ahora, ella vive en otra ciudad.
Al ofrecer el testimonio al Foro de Mujeres por la Vida, la víctima aseguró que, el día que a ella la llevaron a Belice, la acompañaba un grupo de “jovencitas menores de edad”.
Según esa mujer, a ella y a varias menores de edad las llevaban a las islas de Belice donde estarían vigiladas por hombres armados y serían sometidas a trabajar como prostitutas.
“Vemos que hay mujeres que son raptadas, desaparecidas, asesinadas”, manifestó Dubón. Esa organización estima que las mujeres que desaparecen o aparecen muertas tienen edades entre los 14 y 25 años de edad.
“En las redes como Facebook hay hombres que se hacen pasar como mujeres para vigilar a las mujeres”, dijo.
Criminales dedicados a la trata de personas utilizan perfiles falsos en Facebook y otras redes sociales para atrapar adolescentes y convertirlas en prostitutas dentro y fuera de Honduras.
Estos delincuentes no actúan solos. Detrás de una cuenta de Facebook existe una organización que involucra a la persona que administra la página y mantiene la comunicación con la potencial víctima, mensajeros, encargados de vigilancia y logística.
| 30%
Menores
En las ciudades más grandes del país, entre el 30% y 40% de los usuarios de Facebook tienen edades de entre los 18 y 24 años. Estos incluyen los menores que se registran con edades falsas.
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Ella se convirtió en blanco de los criminales simplemente por figurar entre las amistades de Facebook de Karen, una compañera de colegio que aceptó como amigo a un sujeto desconocido.
El inicio
“Todo comenzó por el Facebook, con una amistad. Mi amiga Karen me contó que tenía un amigo con el que llevaban chateando como tres meses. Todo iba bien. Le decía cosas bonitas, hasta que un día él decidió contarle un secreto”, relató Carla (de manera escrita) desde el extranjero.
Antes de que Carla viviera la horrorosa experiencia, Karen, también de la misma edad, recibió la invitación de amistad de Miguel. Este individuo, en un principio, tenía en un su perfil una fotografía de un joven atractivo, vestido de manera formal, que aparentaba ser cristiano.
| 60%
Sin especificar
En SPS, Tegucigalpa, El Progreso, Villanueva y Puerto Cortés, el 60%de usuarios de Facebook no especifica el tipo de relación en la que está para encontrar pareja.
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Después de tratarla de manera cariñosa, Miguel, bajo amenazas, le exigía que le enviara fotografías en las cuales ella apareciera desnuda y le ordenaba que lo visitara en el presidio para tener encuentros sexuales.
“Ella le envió fotos desnuda, pero solo de la cintura para abajo. No sabemos si ella aceptó ir al presidio”, relató la madre de Carla.
Según Carla, Karen le dijo a Miguel que no podía visitarlo porque no tenía tarjeta de identidad para ingresar al presidio, sin embargo, él le indicó, en una ocasión, “que un día que ella fuera para el colegio la iban a estar esperando en una camioneta negra y que ella se tenía que subir quisiera o no”.
Miguel pasó de las amenazas virtuales a los hechos. Él envió a la colonia donde ella reside a una mujer vinculada a una mara, la que le advirtió que “tenía que complacer al patrón”.
Días después, un hombre, miembro de una mara, entró en contacto con Karen y le enunció que su jefe (Miguel) mataría a su mejor amiga (María) y, al mismo tiempo, le hizo una nueva exigencia: le pidió que llevara al presidio a Carla.
| Feminicidios
En los primeros seis meses de 2016, 171 hondureñas aparecieron muertas, de acuerdo con la Tribuna de Mujeres
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Al sentirse acorralada, Carla decidió informarle a su mamá la situación que estaba atravesando, con el fin de encontrar una salida inmediata.
Carla tuvo que abandonar las clases en el colegio y en febrero anterior dejó el país, cerró las redes sociales y rompió el vínculo con su amiga Karen, quien, según ella, “por miedo”, podría seguir en contacto con el sujeto.
La madre de Carla evitó poner la denuncia formal ante el Ministerio Público, pero ella le entregó a algunos policías y a un fiscal (que conoce) copias de las conversaciones cruzadas en Facebook.
Esta madre de familia, que aún se siente aterrada, le solicitó a LA PRENSA mantener en el anonimato los nombres verdaderos de su hija, la amiga y otras muchachas que también han sido contactadas por el individuo que busca prostituirlas. “Yo quisiera que las autoridades le dieran más importancia a estos temas, quisiera que este tipo de cosas no sigan aconteciendo”, expresó la madre en una entrevista con LA PRENSA.
| Precaución
En las redes también hay hombres que se identifican con nombres y fotografías de mujeres para vigilar a las menores
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El Foro de Mujeres por la Vida advierte que en Honduras operan organizaciones criminales que se dedican a identificar mujeres para prostituirlas. Noemí Dubón, miembro de esa organización, informó que ese Foro se ha enterado de casos sobre jóvenes que han sido raptadas para prostituirlas.
Esa organización conoció el caso de una mujer a la que, por medio de una amiga y luego por WhatsApp, la contactaron para ofrecerle un trabajo en otro país.
A la joven la llevaron a Belice, y una vez en ese país la mantuvieron enclaustrada y la obligaron a ejercer la prostitución hasta que se escapó. Ahora, ella vive en otra ciudad.
Al ofrecer el testimonio al Foro de Mujeres por la Vida, la víctima aseguró que, el día que a ella la llevaron a Belice, la acompañaba un grupo de “jovencitas menores de edad”.
Según esa mujer, a ella y a varias menores de edad las llevaban a las islas de Belice donde estarían vigiladas por hombres armados y serían sometidas a trabajar como prostitutas.
“Vemos que hay mujeres que son raptadas, desaparecidas, asesinadas”, manifestó Dubón. Esa organización estima que las mujeres que desaparecen o aparecen muertas tienen edades entre los 14 y 25 años de edad.
“En las redes como Facebook hay hombres que se hacen pasar como mujeres para vigilar a las mujeres”, dijo.
