En medio de la inmensidad del mar Caribe, la Fuerza Naval de Honduras mantiene activa la operación de búsqueda del barco pesquero Lucky Lady, desaparecido desde el pasado domingo 20 de julio con 18 tripulantes hondureños a bordo.
Desde el amanecer hasta el atardecer, embarcaciones militares patrullan sin pausa, ejecutando patrones de búsqueda en zigzag, una técnica de rastreo diseñada para cubrir grandes áreas con visibilidad reducida. Cada movimiento se realiza con precisión y esperanza.
El Lucky Lady zarpó desde la isla de Utila y perdió toda comunicación el día de su desaparición. La última señal conocida fue una llamada telefónica desde el Banco de Pesca Rosalinda, realizada por uno de los marinos a sus familiares. Desde entonces, no se ha tenido rastro alguno.
La operación de búsqueda y rescate se activó tras la denuncia presentada por familiares angustiados, confirmó el coronel Erwin Lara, jefe de Relaciones Públicas de la Fuerza Naval:
“Nuestros marinos están trabajando todos los días, desde que hay luz solar hasta que cae la noche. Estamos comprometidos con salvaguardar la vida de cada uno de los tripulantes del Lucky Lady”, expresó Lara.
La búsqueda se concentra en un área de 44,798 kilómetros cuadrados, determinada por cálculos técnicos que consideran la dirección del viento (noreste, a 21 km/h), corrientes marinas y la posibilidad de una falla mecánica que haya dejado el barco a la deriva.
A la operación se sumó la embarcación militar Aval-C, que recorrió más de 350 kilómetros para integrarse a las labores. Este navío está equipado con dos lanchas rápidas que realizan barridos en abanico, adaptados para zonas de visibilidad limitada, donde el alcance visual no supera los tres kilómetros.
La Fuerza Naval también ha establecido comunicación permanente con embarcaciones pesqueras locales, instruyéndolas para colaborar en la búsqueda y reportar cualquier avistamiento del barco o su tripulación.
“Nuestros expertos han determinado que, ante la visibilidad reducida, es fundamental hacer barridos sistemáticos en zigzag para aumentar las probabilidades de detección”, explicó el coronel Lara.
Una de las principales dificultades en esta operación es que el Lucky Lady no encendió su sistema de localización satelital, lo cual ha entorpecido considerablemente el rastreo.
“Este aparato es vital para que las autoridades puedan asistir en caso de emergencia. No encenderlo fue una grave anomalía”, advirtió Lara.
Pese a las adversidades, la teoría más optimista sigue vigente: que el barco haya perdido propulsión, pero se mantenga a flote en algún punto del área de búsqueda.
La Fuerza Naval ha reiterado que la operación SAR (Search and Rescue) se mantendrá el tiempo que sea necesario, en cumplimiento con una orden directa de la presidenta Xiomara Castro de encontrar la embarcación desaparecida.
“Queremos ser optimistas. Creemos que puede estar en alguna parte de la zona de búsqueda, y por eso no cesaremos. A los familiares les pedimos que confíen en nuestra labor. No están solos”, afirmó el coronel Lara.
Aunque hasta el momento las condiciones climáticas han impedido el uso de aeronaves de la Fuerza Aérea, se informó que estas unidades se sumarán desde el aire tan pronto como sea posible.