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Brasil, México y Argentina tramaron salida de Zelaya

  • 11 diciembre 2009 /

El fallido plan para sacar a Manuel Zelaya como huésped distinguido y no como asilado político, fue tramado por los Gobiernos de Brasil, Argentina, México y República Dominicana.

El fallido plan para sacar al depuesto presidente Manuel Zelaya como huésped distinguido y no como asilado político para que realizara una ofensiva mediática en el exterior contra el gobierno de Roberto Micheletti fue tramado por los Gobiernos de Brasil, Argentina, México y República Dominicana.

Especial Crisis Política

“Una vez más se nos engañó a quienes queremos paz y tranquilidad en este país. Con mentiras, con falacias, desde la embajada de Brasil quisieron sorprender una vez más a Honduras”, expresó ayer el mandatario Roberto Micheletti en un discurso de ascensos de oficiales de las Fuerzas Armadas.

El mandatario manifestó lo anterior al referirse a la forma en que se quiso sacar al ex gobernante de la sede diplomática brasileña.

El ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, criticó ayer la negativa del gobierno de Micheletti al pedido de salvoconducto para llevar a Zelaya a México.

“Esa alegación del Gobierno hondureño es inaudita. No pueden crear condiciones para que (Zelaya) salga del país (...) demuestra la marginalidad de ese Gobierno respecto a las normas internacionales”, dijo Amorim.

México pidió un salvoconducto para que Zelaya viaje a ese país como huésped, lo que fue rechazado por el Gobierno, que advirtió que sólo aceptará que salga del país asilado, condición que Zelaya se niega a aceptar.

Ellos hicieron las gestiones

Amorim dijo que la salida de Zelaya fue gestionada por Brasil y Argentina a pedido de Zelaya, que sugirió México como destino.

“Me levanté hoy (ayer) pensando que Zelaya estaría ya en México y me enteré de que no fue así, por una exigencia absurda”, explicó Amorim, entrevistado por la radio estatal NBR.

Brasil no reconoce la legitimidad de las recientes elecciones y condena al gobierno de Micheletti.

“No tenemos ninguna intención de reconocer esas elecciones a corto plazo. Eso fue reiterado por el Mercosur, pero nos interesa mucho que el presidente Zelaya pueda salir (del país) con seguridad, que nuestra embajada no sea atacada”, concluyó Amorim.

El Gobierno mexicano aseguró ayer que en este momento no hay posibilidades de acoger a Zelaya y precisó que esa solicitud partió del propio ex presidente.

“Por el momento, después de haber tenido una conversación telefónica anoche- el miércoles- con Zelaya, todo parece indicar que las posibilidades de que este traslado se dé no están vigentes”, dijo la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa.

Espinosa declaró que su Gobierno envió un avión del Estado Mayor presidencial a Honduras, donde no fue autorizado a aterrizar y se dirigió a El Salvador.

“Había un cierto sentido de hacerlo con rapidez (sacar a Zelaya de Tegucigalpa) y desafortunadamente ya en vuelo las autoridades hondureñas solicitaron que el avión saliera del espacio aéreo y se vio obligado a aterrizar en El Salvador”, añadió. La legislación mexicana contempla la figura del asilo y otras como visitante o visitante distinguido, “pero las autoridades no habían decidido todavía cuál de estos estatus se le daría a Zelaya”.

Dominicana

Zelaya dijo que recibió una llamada del presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, para que asistiera a un “proceso de diálogo” en el que iba a participar el candidato que obtuvo la mayoría de votos en las elecciones del 29 de noviembre, Porfirio Lobo, quien admitió que se iba a reunir con Zelaya.

La declaración

El canciller Carlos López dijo: “Había un entendimiento de que Zelaya iba a suscribir una declaración con motivo de su salida”.

En dicho documento “iba a expresar que respetaba completamente el pacto de Guaymuras y que respetaba la decisión del Congreso Nacional de que confirmaba el cese de su mandato”, comentó López al noticiario de televisión TN5.

Sin embargo, agregó, “al parecer a última hora él desistió de suscribirla y todo eso hizo un conjunto de circunstancias que no pareció razonable otorgar el salvoconducto” para viajar a México.

Zelaya declaró ayer a una radio: “Existe una nota adjunta y querían que yo la firmara en el momento de mi (salida), pero me negué a firmarla porque (...) era renunciar al derecho y al mandato que el pueblo me ha dado hasta el 27 de enero de 2010”. “Nunca se me dijo que iba a haber una nota donde yo estaba claudicando. Iba a renunciar prácticamente a mis derechos constitucionales como presidente de la República”, agregó.

EUA pide un esfuerzo final

Washington. El Gobierno de Estados Unidos pidió ayer a los países latinoamericanos, especialmente a los centroamericanos, que hagan un 'esfuerzo final y colectivo' para una solución definitiva de la crisis en Honduras.

El secretario de Estado adjunto de EUA para América Latina, Arturo Valenzuela, consideró que la salida de la crisis depende de una solución impulsada por los países centroamericanos.

Tras los comicios del pasado 29 de noviembre, la crisis hondureña no ha terminado y la solución 'dependerá más bien de una solución de los países de Centroamérica'.

El Gobierno de Estados Unidos quiere, según Valenzuela, 'que se haga un esfuerzo final y colectivo de los países de la región, especialmente de los centroamericanos, para llegar a una solución en Honduras'. Valenzuela señaló que la solución implica el cumplimiento del Acuerdo Tegucigalpa-San José, específicamente en los puntos de la formación de un Gobierno de Unidad y de una comisión de la verdad. Agregó que también se requiere resolver la situación de Manuel Zelaya.