Tegucigalpa, Honduras
La música y las ofertas que son una costumbre en esta época del año en las tiendas del centro de Tegucigalpa fueron interrumpidas por gritos, empujones e insultos entre vendedores ambulantes y un grupo de policías municipales.
Todo transcurría con normalidad, pero a las 3:00 pm en la avenida Miguel de Cervantes, en la esquina del local conocido como Chinda Díaz, comenzó una discusión entre un vendedor ambulante, de nombre Cristian Josué Álvarez Lagos (de 26 años), quien al calor de la discordia resultó herido producto de disparos de arma de fuego.
El herido fue ingresado al Hospital Escuela Universitario.
La agresión al comerciante fue el detonante para el enfrentamiento entre civiles y la autoridad municipal. Las piedras, palos y tubos de metal que se encontraban en la zona se convirtieron en las armas con las que atacaban los enardecidos vendedores a los uniformados.
El enfrentamiento se agudizó minutos después en el Paseo Liquidámbar, donde el día anterior se había registrado otro incidente con los buhoneros.
Enfrentamiento
Según los comerciantes, la mayoría de las personas que se dedican a comercializar productos en el centro capitalino tienen puestos en el mercado La Isla, pero se quejan por las escasas ventas.
Por tal razón se han visto obligados a ubicarse en sitios públicos en busca de agenciarse recursos durante la temporada navideña. La presencia de los comerciantes en sectores aledaños a la plaza central fue denunciado, por lo que las autoridades de la comuna capitalina decidieron emprender un operativo sorpresa.
Al momento en que se iniciaba la acción de ordenamiento se originó el altercado que se convirtió en un zafarrancho entre agentes municipales y las personas que se dedican al comercio informal.
Los actos vandálicos se extendieron hasta las entradas de algunos negocios.
Como saldo del enfrentamiento hubo personas detenidas que fueron trasladadas a la antigua Penitenciaría Nacional, pero luego de algunos minutos las dejaron en libertad.
Entre las personas que habían sido captarudas se encontraba Darwin Alexander Enriquez, quien presentaba varios golpes en la espalda, pero que no requirió asistencia médica.
Los vendedores al conocer del arresto de varios de sus compañeros se trasladaron a la zona, donde a punta de patadas pretendían derribar las láminas que forman la cerca perimetral de la antigua cárcel.
Con el transcurso de las horas, los ánimos se calmaron, momento en que los comerciantes aprovecharon para solicitar al Gobierno apoyo para generar ventas en sus puestos, mismos que funcionan a unas cuadras de donde se armó el pleito.
Roberto Zablah, titular de la Dirección de Ordenamiento Territorial, dijo que solicitarían una reunión con la finalidad de evitar nuevos enfrentamientos.
