Honduras se ha visto obligada a utilizar los aviones de combate F-5 como un disuasivo para proteger la soberanía nacional en el Golfo de Fonseca, admitió ayer Marlon Pascua, ministro de Defensa.
“Es difícil dar detalles cuando son temas de seguridad nacional y es tan delicado como este, pero sí puedo decir que se han usado los recursos para demostrar y ejercer el derecho que tiene
Honduras de establecer su soberanía”, dijo Pascua. “Lo voy a seguir haciendo si es necesario para defender la soberanía nacional”.
Pascua dijo que los aviones F-5, comprados en la década de los 80 como parte de la guerra fría, son una garantía para defender el territorio y un disuasivo para evitar situaciones conflictivas.
El martes anterior en Amapala, Valle, pescadores del Golfo de Fonseca le denunciaron al presidente Porfirio Lobo, en el Consejo de Ministros, que son víctimas de detenciones por las navales salvadoreñas.
Una embarcación artillada de Nicaragua ha sido vista en el golfo y, dicen los pescadores, es la que ha impedido que salgan a faenar.
Lobo reaccionó molesto y advirtió: “No tengo que levantar los (aviones) F-5 para que me abran paso”.
El jefe del Ejército de Nicaragua, general Julio César Avilés, negó ayer que la Fuerza Naval de ese país realiza un patrullaje extraordinario en aguas del Golfo de Fonseca para responder a la denuncia sobre el particular del presidente hondureño Porfirio Lobo.
Según Lobo, El Salvador y Nicaragua se negaron a revisar el estado de cumplimiento de los acuerdos firmados en diciembre de 2012 para el manejo conjunto en esa zona, que se debe realizar en cumplimiento de una sentencia de la Corte Internacional de Justicia de 1992.
En cuanto al Golfo de Fonseca, la Corte determinó darles tres millas náuticas a partir de la línea costera a los tres países ribereños, Honduras, El Salvador y Nicaragua.
En la sentencia se estableció que el área de la bocana y el uso de la zona de mar territorial, zona económica exclusiva y plataforma continental se tenían que resolver mediante una negociación, pero han pasado 20 años de haberse emitido el fallo del diferendo y las disputas continúan.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y el de El Salvador, Mauricio Funes, cancelaron una reunión programada con Lobo para el 19 de marzo en la que se iba a analizar el avance de la ejecución del acuerdo. La fecha fue definida hace dos semanas en un encuentro entre los cancilleres de los tres países, en la que solo Honduras presentó una propuesta para el manejo del Golfo de Fonseca.