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Autoridades reconstruyen el asesinato de Berta Cáceres

  • 05 marzo 2016 /

La Esperanza, Honduras

El movimiento de fiscales, forenses y agentes investigadores mantuvo expectantes la madrugada de ayer a los vecinos de la colonia El Líbano de esta ciudad.

No era para menos, la caravana de agentes llegó hasta la que fue la residencia de Berta Cáceres, lugar adonde vivió los últimos dos meses. Los agentes buscaban reconstruir los hechos, revivir lo que ocurrió la fatídica madrugada del jueves 3 de marzo.

La reconstrucción duró unas dos horas. Los agentes buscan tener claros los movimientos, llegadas y tiempos que los asesinos emplearon para cometer el crimen. Esos peritajes aportan elementos importantes, aseguran los agentes de investigación.

“Se solicitó la reconstrucción del ataque a fin de que pueda aportar un hecho probatorio. Es una prueba importante para el juez que ayudará a vincular a personas que se sospecha tuvieron alguna relación con el asesinato de la ambientalista”, dijo el investigador.

La reconstrucción permitió además realizar una nueva inspección ocular, un peritaje que se espera aporte nuevos elementos para esclarecer el crimen.

En libertad

Ayer a las 7:00 am fue dejado en libertad Aureliano Molina Villanueva (27), miembro del Comité de las Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh) que fue detenido el viernes en La Esperanza, Intibucá.

El joven era el principal sospechoso en la muerte de la ambientalista, pero los investigadores descartaron algunos medios probatorios que lo vinculaban y al no tener pruebas en su contra fue dejado en libertad.

“Se le dejó en libertad, pero se agotan otros recursos que establecerán nuevos elementos en el caso. Los equipos que se han conformado están empeñados en dar con los asesinos en cuanto antes.

Son agentes hondureños los que trabajan para resolver el asesinato y vamos por buen camino”, afirmó el agente.

Se informó que fueron llamados para rendir su declaración Tomás Gómez Membreño, subcoordinador del Copinh, y una menor de edad. Ambos comparecieron la noche del viernes al Ministerio Público, pero al final informaron representantes legales de organizaciones de Derechos Humanos que no declararon.

Además fue dejado en libertad el guardia de seguridad que inicialmente se detuvo para investigación.

Las indagaciones continúan para establecer el motivo por el que mataron a Cáceres e identificar a los autores tanto materiales como intelectuales del crimen.

Protección. Tras permanecer dos días bajo resguardo policial en un hotel de La Esperanza, Gustavo Castro Soto, el ambientalista mexicano que acompañó en sus últimos momentos a Berta Cáceres, fue sacado bajo protección policial y en un punto no especificado abordó un helicóptero que lo trasladó hasta Tegucigalpa.

En esta ciudad -informaron las autoridades- fue puesto en custodia de la delegación diplomática de ese país, desde donde se gestiona su retorno a México.

Castro rindió su declaración y contó detalles del crimen ante fiscales que conocen el caso.

Sus declaraciones son pruebas anticipadas que serán determinantes para esclarecer qué fue lo que ocurrió la madrugada que asesinaron a Berta Cáceres y podría dar pistas importantes para dar con los responsables.

LA PRENSA lo captó el viernes en exclusiva recuperándose de dos rozones de bala en la oreja y en la mano izquierda.

Protestan por muerte de Berta

Ni la lluvia detuvo ayer por la tarde a un grupo de indignados sampedranos que protestaron en repudio por la muerte de Berta Cáceres.

A las 5:00 pm, los manifestantes recorrieron la primera calle desde la Fuente Luminosa hasta llegar al parque, acompañados de rótulos, carteles, velas y sus antorchas.

Edwin Herrera manifestó que “desde el 6 de abril estamos saliendo y no vamos a parar hasta que nuestra voz sea escuchada.

Hoy salimos en solidaridad con nuestra compatriota Berta Cáceres, quien fue asesinada vilmente por defender los recursos de la nación”. Henry Batres, dirigente del movimiento, dijo que seguirán pronunciándose hasta lograr que haya justicia y esclarecimiento de los crímenes.