Morazán, Yoro.
La falta de un amplio local no quita el deseo a los niños de la comunidad de El Achotal de aprender a leer y escribir, una galera construida por sus padres es la escuela.
Por varios años los habitantes de este alejado lugar de la cabecera municipal han venido luchando y buscando ante la Municipalidad y autoridades del Gobierno para que les ayuden a construir un edificio para el centro educativo, sus esfuerzos han sido en vano.
“Hemos luchado, pero nadie nos escucha. En varias ocasiones los políticos cuando andan en campaña nos han venido a ofrecer el cielo y la tierra, al final quedamos en los mismo, se olvidan de nosotros y los niños siguen recibiendo sus clases en condiciones inadecuadas”, expresó Martir López, presidente del patronato de la aldea.
La falta de un amplio local no quita el deseo a los niños de la comunidad de El Achotal de aprender a leer y escribir, una galera construida por sus padres es la escuela.
Por varios años los habitantes de este alejado lugar de la cabecera municipal han venido luchando y buscando ante la Municipalidad y autoridades del Gobierno para que les ayuden a construir un edificio para el centro educativo, sus esfuerzos han sido en vano.
“Hemos luchado, pero nadie nos escucha. En varias ocasiones los políticos cuando andan en campaña nos han venido a ofrecer el cielo y la tierra, al final quedamos en los mismo, se olvidan de nosotros y los niños siguen recibiendo sus clases en condiciones inadecuadas”, expresó Martir López, presidente del patronato de la aldea.
Esperamos que el gobierno nos ayude a construir una escuela en esta aldea, aquí hay muchas necesidades Daysi Ramos, Maestra
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El Achotal está ubicado entre varios cerros y extensiones de cultivos de café y milpas al norte del municipio de Morazán. La petición de estos pobladores no es única, ellos mismos expresan que otros dirigentes de más aldeas pasan por similares problemas y nadie los atiende.
Para paliar la situación y que los menores de esas localidades no se queden analfabetas, la Municipalidad ha contratado a mujeres y hombres con cierto nivel de educación para que enseñe lo básico, pues no tienen estructura y los programas de alfabetización no llegan a estos lugar.
Mauricio Handal, alcalde de Morazán, expresó que ellos hacen lo que está al alcance y con los pocos recursos buscan ayudar a estos ciudadanos. Daysi Ramos, maestra de El Achotal, camina más de dos kilómetros para llegar a la escuela a cumplir con su jornada diaria. “La alcaldía me paga 2,000 lempiras al mes. No es mucho pero me ayuda”.
 Las familias de la aldea El Achotal son de escasos recursos económicos.
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