San Pedro Sula, Honduras.
Los comerciantes del centro de la ciudad reportan grandes pérdidas cada vez que la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) hace suspensiones programadas por mantenimiento en sus sistemas.
Varios restaurantes y negocios encendieron ayer sus plantas para paliar la carencia del servicio.
“Cada vez que esto ocurre nos vemos afectados porque las ventas están bajas y tenemos que gastar en combustible para las plantas”, dice la empresaria Nerea Arévalo.
Explica que cada vez que hay un apagón de cuatro horas gastan alrededor de 500 lempiras y cuando son más de cuatro hasta mil lempiras solo en combustible. Los comerciantes refieren que -sobre todo en esta temporada de calor- los racionamientos representan un riesgo para algunos puestos de venta, por ejemplo en los mercados.
“Cada vez que anuncien racionamientos en esas zonas o en el centro de la ciudad deben comunicar a los bomberos para que se tomen las medidas preventivas”, indica Víctor Mendoza, dueño de un negocio.
Los afectados no cuentan el monto global de sus pérdidas, pero aseguran que son miles de lempiras cada mes. “Es importante que nos presten atención. En esta temporada llegan turistas a los negocios del centro y no todos tienen plantas eléctricas. Algunos optan por cerrar”, advierte Yolanda Guzmán, empresaria del centro.
Los comerciantes del centro de la ciudad reportan grandes pérdidas cada vez que la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) hace suspensiones programadas por mantenimiento en sus sistemas.
Varios restaurantes y negocios encendieron ayer sus plantas para paliar la carencia del servicio.
“Cada vez que esto ocurre nos vemos afectados porque las ventas están bajas y tenemos que gastar en combustible para las plantas”, dice la empresaria Nerea Arévalo.
Explica que cada vez que hay un apagón de cuatro horas gastan alrededor de 500 lempiras y cuando son más de cuatro hasta mil lempiras solo en combustible. Los comerciantes refieren que -sobre todo en esta temporada de calor- los racionamientos representan un riesgo para algunos puestos de venta, por ejemplo en los mercados.
“Cada vez que anuncien racionamientos en esas zonas o en el centro de la ciudad deben comunicar a los bomberos para que se tomen las medidas preventivas”, indica Víctor Mendoza, dueño de un negocio.
Los afectados no cuentan el monto global de sus pérdidas, pero aseguran que son miles de lempiras cada mes. “Es importante que nos presten atención. En esta temporada llegan turistas a los negocios del centro y no todos tienen plantas eléctricas. Algunos optan por cerrar”, advierte Yolanda Guzmán, empresaria del centro.
